La producción audiovisual tiene el aval de la familia de la artista y una polémica conclusión: hubo una razón de fuerza que explica la férrea adicción a los estupefacientes que la llevó a la muerte.
"Whitney", el documental sobre Whitney Houston que acaparó titulares en el último Festival de Cannes, llega a la gran pantalla con el aval de la familia de la artista y una polémica conclusión: hubo una razón de fuerza que explica la férrea adicción a los estupefacientes que la llevó a la muerte.
"Enfoqué este documental a nivel humano para entenderla. Era una persona difícil e hice lo que pude, porque podría haber seguido tres años más y me hubiera vuelto loco", afirmó el director de la cinta, Kevin Macdonald.
Bajo los testimonios de su hermanastro Gary Garland-Houston, su cuñada Pat Houston y su asistente personal Mary Jones se reveló este secreto familiar. Los tres afirman que Whitney Houston habría sido agredida sexualmente por su prima, la cantante Dee Dee Warwick quien falleció en el 2008.
En las dos horas de duración de "Whitney", confluyen un primer y largo tramo con la apariencia de clásico recorrido biográfico por la vida y obra de una voz de oro que "se clavaba en el corazón como una jeringa" y que, desde su nacimiento en el seno de una estirpe de gargantas privilegiadas, parecía predestinada al triunfo.
La cuestión racial está presente en el documental en varios momentos, como cuando se detiene en los abucheos del mundo del R&B, que no veía con buenos ojos los intentos de la industria musical por "blanquear" a fuerza de "hits" pop la carrera de su vellocino dorado.
"No culparía a la industria. Su madre, su tía... muchos miembros de la familia estaban en el negocio y sabían que, para tener éxito, tenían que adaptarse y darle lo que quería. A Whitney le gustaba esa música, aunque no tanto como el góspel", subraya el director del filme.
Se incluyen algunos documentos audiovisuales de la época, grabaciones íntimas en las que, por ejemplo, se ve a Houston arremeter contra la mismísima Janet Jackson por el tipo de música con la que la "hermanísima" le pisaba los talones.
Esto es posible gracias al beneplácito de su entorno, empezando por Cissy Houston, madre y mentora, que participa en el documental con su testimonio, al igual que sus hermanos, sus cuñadas, sus asistentes y hasta el vapuleado Bobby Brown, su exmarido, al que durante años se señaló como causante único de su descenso a los infiernos.
El rapero ya fue exonerado en parte en el documental de Nick Broomfield y Rudi Dolezal, "Whitney: Can I Be Me" (2017), que le atribuía más bien el papel de acelerante en un proceso de degradación mutua y se fechaba en una época relativamente temprana, casi de niñez, los primeros escarceos de Houston con las drogas por culpa del entorno depauperado de Nueva Jersey en el que se crió.
Para Macdonald, "(Whitney) no fue un juguete roto, sino una víctima de determinadas actitudes ante la raza, la sexualidad y el abuso". "Quise hacerla más empática y al final creo que entendí las fuerzas que la destruyeron", apostilló. Con información de EFE y AFP.
Comparte esta noticia