Su último libro ´El cojo y el loco´ es un relato pesimista que deja ´la impresión que uno nace con el destino trazado´, señaló el escritor.
El periodista y novelista peruano Jaime Bayly opina que "todo escritor es un marginal, un aguafiestas" y por eso se siente "amigo" de los sórdidos protagonistas de su último libro, "El cojo y el loco", un relato pesimista que deja "la impresión de que uno nace con el destino trazado".
Bobby, el cojo, y Pancho, el loco, "un buen día decidieron sentarse en mi cabeza y empezar a dictarme la novela", contó hoy Bayly durante una entrevista con Efe en Bogotá.
La simpatía por ellos "me viene porque por distintas razones me sentí en algún momento de mi vida como una presencia que incomodaba", admitió el escritor.
Relató que no ha logrado ser "totalmente" heterosexual, pero tampoco homosexual y que el repudio que experimentó en su infancia a raíz del descubrimiento de esa ambigüedad no solo lo hizo sentir "marginal", tal vez incluso lo hizo escritor.
"Desde niño sentí que mi padre no se sentía a gusto conmigo. Mi sola presencia lo irritaba profundamente", recordó Bayly, y añadió: "No elegí ser como soy por fastidiarlo. Era mi destino".
Del mismo modo, el cojo Bobby "no elige ser una bestia" y el loco Pancho tampoco escoge estar poseído por una lujuria incontrolable. "Uno no vive la vida que uno elige. El azar elige por ti", sentenció Bayly, quien fue finalista del Premio Planeta en 2005 con "Y de repente un ángel".
La última novela del autor de obras como "No se lo digas a nadie" (1994) y "El canalla sentimental" (2008) es "pesimista" y determinista, porque las cosas más importantes que ocurren en la vida de uno "están gobernadas por el azar, por el caos".
"Incluso cuando escribo no hay control, parto de escenas que me hipnotizan", comentóBayly, para quien escribir "es una pelea con uno mismo" y a la vez "un oficio como cualquier otro".
Conocido también por su faceta de presentador, sigue teniendo un programa en la televisión peruana y acaba de estrenar otro similar en un canal privado colombiano.
El trabajo en la televisión "no sabotea, deja bastante tiempo libre. Es como una beca literaria", argumentó Bayly, que sueña con retirarse de la pantalla chica dentro de cinco años, a los 50.
Con motivo de su programa en Colombia se ha mudado a un hotel de Bogotá y allí prepara por las noches su nueva novela, que define como "muy sangrienta".
"Me convierto en un psicópata" por las noches, bromeó al anotar que "literariamente" le ha sentado muy bien dejar Miami y mudarse a la capital colombiana.
Bayly se confesó "bastante pesimista" en cuanto al desenlace de la actual crisis entre Colombia y Venezuela, desatada por el acuerdo que permite a Estados Unidos usar bases militares colombianas, y auguró que las crecientes tensiones entre ambos países "van a terminar en una guerra".
El presidente venezolano, Hugo Chávez, "es un personaje que sueña con una guerra, la necesita" para cumplir con la que él considera su "misión histórica", que es recoger el testigo del libertador Simón Bolívar y "terminar su trabajo", reflexionó Bayly.
Si se produjera esa guerra, sería "una tragedia para toda la región", pero también "el final de Chávez", vaticinó. Este "adicto al poder", como califica Bayly al mandatario venezolano, "siente que Dios está de su lado y eso es muy peligroso".
EFE
Bobby, el cojo, y Pancho, el loco, "un buen día decidieron sentarse en mi cabeza y empezar a dictarme la novela", contó hoy Bayly durante una entrevista con Efe en Bogotá.
La simpatía por ellos "me viene porque por distintas razones me sentí en algún momento de mi vida como una presencia que incomodaba", admitió el escritor.
Relató que no ha logrado ser "totalmente" heterosexual, pero tampoco homosexual y que el repudio que experimentó en su infancia a raíz del descubrimiento de esa ambigüedad no solo lo hizo sentir "marginal", tal vez incluso lo hizo escritor.
"Desde niño sentí que mi padre no se sentía a gusto conmigo. Mi sola presencia lo irritaba profundamente", recordó Bayly, y añadió: "No elegí ser como soy por fastidiarlo. Era mi destino".
Del mismo modo, el cojo Bobby "no elige ser una bestia" y el loco Pancho tampoco escoge estar poseído por una lujuria incontrolable. "Uno no vive la vida que uno elige. El azar elige por ti", sentenció Bayly, quien fue finalista del Premio Planeta en 2005 con "Y de repente un ángel".
La última novela del autor de obras como "No se lo digas a nadie" (1994) y "El canalla sentimental" (2008) es "pesimista" y determinista, porque las cosas más importantes que ocurren en la vida de uno "están gobernadas por el azar, por el caos".
"Incluso cuando escribo no hay control, parto de escenas que me hipnotizan", comentóBayly, para quien escribir "es una pelea con uno mismo" y a la vez "un oficio como cualquier otro".
Conocido también por su faceta de presentador, sigue teniendo un programa en la televisión peruana y acaba de estrenar otro similar en un canal privado colombiano.
El trabajo en la televisión "no sabotea, deja bastante tiempo libre. Es como una beca literaria", argumentó Bayly, que sueña con retirarse de la pantalla chica dentro de cinco años, a los 50.
Con motivo de su programa en Colombia se ha mudado a un hotel de Bogotá y allí prepara por las noches su nueva novela, que define como "muy sangrienta".
"Me convierto en un psicópata" por las noches, bromeó al anotar que "literariamente" le ha sentado muy bien dejar Miami y mudarse a la capital colombiana.
Bayly se confesó "bastante pesimista" en cuanto al desenlace de la actual crisis entre Colombia y Venezuela, desatada por el acuerdo que permite a Estados Unidos usar bases militares colombianas, y auguró que las crecientes tensiones entre ambos países "van a terminar en una guerra".
El presidente venezolano, Hugo Chávez, "es un personaje que sueña con una guerra, la necesita" para cumplir con la que él considera su "misión histórica", que es recoger el testigo del libertador Simón Bolívar y "terminar su trabajo", reflexionó Bayly.
Si se produjera esa guerra, sería "una tragedia para toda la región", pero también "el final de Chávez", vaticinó. Este "adicto al poder", como califica Bayly al mandatario venezolano, "siente que Dios está de su lado y eso es muy peligroso".
EFE
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