Aunque es conocido por sus interpretaciones en el cine, el actor asegura que las tablas son su verdadera pasión. "El teatro me gusta porque es libre, porque es efímero como la vida", señaló a un diario español.
El actor estadounidense John Malkovich ha construido una sólida carrera en el cine. Películas como “El imperio del sol”, “Lejos de casa”, “Retrato de una dama”, “En la línea de fuego” y la célebre “¿Quieres ser John Malkovich?” de Spike Jonze, donde se interpreta a sí mismo, son recordadas por los cinéfilos.
Sin embargo, Malkovich también ha incursionado en las tablas con obras como “True West”, “Balm in Gilead”, “Good Canary”, y “The Infernal Comedy”, esta última pronto estará en nuestro país.
“El teatro me gusta porque es libre, porque es efímero como la vida”, señaló hace algunos años al diario español El País, cuando presentó “The Infernal Comedy” en el festival de Peralada.
Sobre esta obra comenta que lo que finalmente lo convenció fue interpretar a un asesino en serie, un personaje que interesa a todo el mundo.
“Encontré a Martin Haseböck casualmente en una cena en Los Ángeles, y al día siguiente me llamó y me dijo: "Tenemos que hacer algo juntos". Yo le dije: "Si quieres que la gente venga al teatro, hay que hacer algo sobre Jack Unterweger". Los asesinos en serie interesan en todos los países, a todos los diarios y programas de televisión. Cabe preguntarse por qué, y por qué Unterweger tenía por todos lados mujeres que lo seguían y se obsesionaban con él. Tenía una en cada país. Le ofrecían casa, auto”, indicó.
“No haría teatro si no fuera completamente libre. Por el contrario, el cine es algo fascista. La película se detiene si hago simplemente así (se agacha, como saliendo del encuadre de una cámara) . El teatro me gusta porque es libre, porque es efímero como la vida”, agregó.
Malkovich inició su carrera teatral con el grupo Steppenwolf Theatre, que fundó en 1976 en Chicago. Allí compaginó trabajos como conducir buses o pintar casas con todos los oficios del teatro, incluido el de jefe de prensa. En 1982 le llega la fama en Nueva York con una obra de Sam Shepard y con ella la oportunidad de trabajar en Broadway y posteriormente en el cine.
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