La vuelta fue muy difícil para el actor en la primera instancia del juicio por extorsión que se realiza en Bahamas
El regreso de John Travolta, y su esposa Kelly Preston, a Bahamas para asistir el juicio que se inició ayer por la mañana en el caso de extorsión que involucra la muerte de su hijo Jett el pasado enero, fue como volver al duelo por lo que tuvo que convocar a todas sus fuerzas para asistir.
Un amigo del actor le dijo a la edición on line de People que Travolta, de 55 años, "tuvo que cavar hondo", a fin de volver a las Bahamas y testificar. "La vuelta fue difícil para él", dice el amigo. "Los recuerdos fueron demasiado dolorosos".
Sin embargo, dice el amigo que algo bueno se espera que salga de los procedimientos judiciales.
Refiriéndose a Travolta y Preston, el amigo dijo: "Esto es algo que ha estado colgando sobre sus cabezas, así que el ir y hacer frente a este asunto les ayudará a seguir adelante. Esto será el cierre para ellos".
La acusación alega que el paramédico Tarino Lightbourn - una de las primeras personas en llegar al lugar el 2 de enero cuando Jett Travolta sufrió un ataque en la casa de su familia en las Bahamas - y su abogado, la ex senadora de Bahamas Pleasant Bridgewater, conspiraron para extorsionar por US$25 millones a Travolta a cambio de no hacer público un documento relativo al tratamiento de Jett. La pareja se ha declarado no culpable.
En el estrado de los testigos la mañana del martes, el socio de Lightbourn"s, el paramédico Derrex Rolle, estableció, por primera vez en público, que Jett Travolta no respondía al momento en que llegaron los paramédicos y dijo que "no había ninguna señal de vida", cuando lo examinó.
"Jett estaba acostado sobre su espalda", declaró Rolle. "Y no había señales de vida. Él no respondió. Le comprobé el pulso carotídeo. Comprobé ABC - aire, la respiración, la circulación".
Preguntó entonces el fiscal, "¿Respiraba?", y Rolle respondió: "No, señor".
Un amigo del actor le dijo a la edición on line de People que Travolta, de 55 años, "tuvo que cavar hondo", a fin de volver a las Bahamas y testificar. "La vuelta fue difícil para él", dice el amigo. "Los recuerdos fueron demasiado dolorosos".
Sin embargo, dice el amigo que algo bueno se espera que salga de los procedimientos judiciales.
Refiriéndose a Travolta y Preston, el amigo dijo: "Esto es algo que ha estado colgando sobre sus cabezas, así que el ir y hacer frente a este asunto les ayudará a seguir adelante. Esto será el cierre para ellos".
La acusación alega que el paramédico Tarino Lightbourn - una de las primeras personas en llegar al lugar el 2 de enero cuando Jett Travolta sufrió un ataque en la casa de su familia en las Bahamas - y su abogado, la ex senadora de Bahamas Pleasant Bridgewater, conspiraron para extorsionar por US$25 millones a Travolta a cambio de no hacer público un documento relativo al tratamiento de Jett. La pareja se ha declarado no culpable.
En el estrado de los testigos la mañana del martes, el socio de Lightbourn"s, el paramédico Derrex Rolle, estableció, por primera vez en público, que Jett Travolta no respondía al momento en que llegaron los paramédicos y dijo que "no había ninguna señal de vida", cuando lo examinó.
"Jett estaba acostado sobre su espalda", declaró Rolle. "Y no había señales de vida. Él no respondió. Le comprobé el pulso carotídeo. Comprobé ABC - aire, la respiración, la circulación".
Preguntó entonces el fiscal, "¿Respiraba?", y Rolle respondió: "No, señor".
Comparte esta noticia