Admitió ante tribunal federal de Nueva York ser culpable de estafa, lavado de dinero y asesoramiento fraudulento, lo cual lo podría enviar a la cárcel por 45 años.
Kenneth Starr, ex asesor financiero de estrellas de Hollywood como el cineasta Martin Scorsese y la actriz Uma Thurman, se declaró hoy culpable de estafa, lavado de dinero y asesoramiento fraudulento en un Tribunal federal de Nueva York.
La Fiscalía federal del Distrito Sur de Manhattan detalló hoy que, después de esta declaración de culpabilidad, la juez Shira Scheindlin estableció que el próximo 15 de diciembre se dictaría la correspondiente sentencia, que podría ascender a 45 años de prisión.
Sin embargo, la declaración de culpabilidad es producto de una negociación entre las partes por la que se recomendará una pena de entre 121 y 151 meses de prisión, a cambio de la entrega de un multimillonario apartamento que compró en uno de los barrios más caros de Manhattan con el dinero que estafó a sus clientes.
Según los cálculos de la acusación, Starr, de 66 años y detenido el pasado 27 de mayo, estafó a sus clientes entre 20 y 50 millones de dólares mientras administraba los bienes de "una amplia red de clientes famosos".
Además, las autoridades estadounidenses se han reservado el derecho de reclamar la devolución de 50 millones de dólares en activos controlados por el ex asesor y el pago de indemnizaciones a las víctimas por otros tantos millones. Entre esos clientes se encontraban también los actores Sylvester Stallone y Wesley Snipes, y la fotógrafa Annie Leibovitz.
El fraude del que se le acusa se habría realizado a través de Starr & Co., empresa con la que Starr convencía a sus clientes para invertir grandes cantidades de dinero en "negocios seguros" que luego desviaba a sus cuentas o destinaba a inversiones más arriesgadas en las que tenía algún interés.
Además, en los casos en los que Starr controlaba las cuentas bancarias de sus clientes, realizaba "transferencias no autorizadas" a cuentas de abogados y de una empresa pantalla, y que destinaba luego "a su propio uso", siempre según la Fiscalía.
Cuando los clientes reclamaban al financiero el pago de beneficios, Starr utilizaba un esquema Ponzi, por el que utilizaba el dinero de las cuentas de otros inversores para satisfacer a los primeros, sin que en realidad existiera un negocio sólido que respaldara sus actividades.
La Fiscalía detalló, por ejemplo, cómo el asesor financiero aconsejó a uno de sus clientes -"un dramaturgo y guionista de avanzada edad"- que invirtiera en una compañía productora de cine, pero el cliente rechazó la sugerencia, algo que Starr ignoró y transfirió 300.000 dólares de sus fondos a esa firma.
También destacó el caso de "una actriz de avanzada edad" que creía que sus ahorros se encontraban a salvo y seguros cuando descubrió que habían perdido buena parte de su valor, después de que Starr los invirtiera sin su permiso en operaciones de alto riesgo.
En el momento de su detención, las autoridades también implicaron en la trama al ex presidente del concejo municipal de Nueva York Andrew Stein como uno de sus colaboradores.
La Fiscalía también detalló entonces que Starr utilizó los fondos de sus clientes el pasado abril para comprarse "un lujoso apartamento de cinco habitaciones y seis baños y medio valorado en 7,5 millones de dólares", cifra de la que sufragó 5,75 millones únicamente con el dinero de una de sus clientas, "una heredera de casi cien años de edad".
El pasado julio, el perista judicial encargado de recuperar los bienes de Starr demandó al cineasta Martin Scorsese, al que acusaba de deber 600.000 dólares que una de sus empresas tendría pendientes con el conocido ex asesor financiero.
EFE
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