La renuncia del Jefe de los Grammy por comentarios sexistas se suma a la caída de Harvey Weinstein y la suspensión del Nobel de Literatura 2018. La caída de la cúpula de la industria cultural.
Los poderosos ya no son intocables. Las redes sociales se han convertido en una plataforma de denuncias y nadie está libre. El silencio y la opresión que reinaban hace 20 años han desaparecido, y desde hace unos meses somos testigos de cómo las causas sociales cobran protagonismo en cada esfera del arte y hacen temblar a quienes están en la cúspide.
Movimientos como Time’s Up, #MeToo, las rosas blancas en los Grammy, los vestidos negros en los Oscar y los fuertes discursos de parte de estrellas del cine, la música y la TV contra el maltrato, el acoso y la desigualdad contra las mujeres han puesto el tema sobre la mesa. A continuación repasamos los casos más emblemáticos.
LA PRIMERA CAÍDA
Harvey Weinstein se convirtió en el caso emblema de esta lucha contra el acoso sexual a la mujer. Los abusos del otrora productor más poderoso de Hollywood se habían convertido en secretos a voces. Todos sabían, todos bromeaban, hasta se escribían guiones de comedias haciendo referencias al caso, pero nadie decía nada.
Los diarios "The New York Post" y "The New Yorker" dieron el primer paso para poner en evidencia las malas prácticas del ex dueño de The Weinstein Company. Tras el suceso, cada pieza fue ajustándose sola: famosas como Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow y otras más alzaron su voz de protesta. Los noticieros abordaron el tema y Harvey se vio obligado a dimitir. Hoy en día enfrenta un proceso legal, del cual parece, no saldrá bien librado.
EL MIEMBRO 19
Jean-Claude Arnault es un influyente intelectual, fotógrafo y exdirector de la galería Fórum en Suecia, conocida por ser considerada un anexo de la Academia Sueca, la prestigiosa institución de miembros vitalicios que entregan cada año el premio Nóbel. Arnault está casado con Katarina Frostenson, y esto lo ha llevado a autoproclamarse el “miembro 19” de la Academia.
Su gran influencia en el prestigioso círculo académico, solo es equiparable con su aberrante comportamiento. Arnault fue denunciado por 18 mujeres de haberlas violado o acosado en alguna oportunidad, valiéndose de su posición privilegiada en las más altas esferas de la intelectualidad sueca. Incluso se descubrió que utilizaba una propiedad de la Academia para cometer estos actos.
En consecuencia, la Academia Sueca enfrenta uno de los escándalos más sonados desde su creación en 1786. La dimisión de Frostenson por las acciones de su esposo aún se encuentra en proceso, pues la membresía es vitalicia; mientras su actual Secretaria Permanente Sara Danius ha sido obligada a dejar el cargo. Gracias a Arnault, el podio para el Nóbel de Literatura 2018 quedará desierto este año.
UN AMARGO CANTAR
La industria de la música no ha sido la excepción. Hace unos días, el presidente de la Academia de Artes y Ciencias de la Grabación y encargada de entregar los premios Grammy, Neil Portnow, hizo declaraciones sexistas que provocaron la “no renovación” de su contrato que vence en 2019.
La lista no queda ahí, pues se recuerdan las acusaciones de violación a los productores Russell Simmons, de Def Jam Records y L.A. Reid de Epic Records. Sin embargo, el caso más sonado y recordado fue el de Michael Greene, presidente ejecutivo de la Academia de Grabación quien en 2002 renunció a su cargo tras discutir con miembros del director de esa institución.
A Greene se le abrió un proceso disciplinario por acoso sexual contra la exempleada Jill Geimer, quien denunció que en una ocasión Green la colocó contra su carro, puso sus manos en su falda y la atacó sexualmente. Otras seis mujeres lo denunciaron por casos similares, pero el ejecutivo fue absuelto.
Lo curioso es que la Academia acordó pagar 650 mil dólares a favor de Geimer para evitar una batalla pública, por ello, la “absolución” no lo deja exento de cupabilidad.
LA SENSIBILIDAD DEL PÚBLICO
Para Ernesto Zelaya, periodista y miembro de la Asociación Peruana de Prensa Cinematográfica, el trabajo de Harvey Weinstein pudo ser muy bueno para la industria del cine, pero sus acciones han terminado por sepultarlo y poner fin a una época. Además, reiteró que a diferencia de los críticos de cine, el público es más sensible con estos temas y ellos finalmente deciden no ver una película si el protagonista o director son acosadores o violadores.
"La caída de Harvey Weinstein marcó el fin de una época. Si debemos reconocer algo de su trabajo es que abanderó el cine independiente que llegó a la gran masa en los años 90, esto es independientemente de que sea una terrible persona. Estos casos si pueden afectar a la industria porque la quiebra de The Weinstein Company dejó muchos proyectos en el aire, considerando que Weinstein era gran protagonista en los Oscar cada año, con películas nominadas”, contó a RPP Noticias.
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