Uno de los componentes de los ´Bee Gees´ aseguró que cree que es ´una especie de precio kármico que estamos pagando por toda la fama y fortuna´.
Robin Gibb, uno de los componentes de los ‘Bee Gees’, cree que el cáncer que ha padecido y las desgracias que han recaído sobre sus hermanos y compañeros de grupo han podido ser "un precio kármico" por los éxitos y la fama de que gozó la banda.
Así lo afirma en una entrevista con el periódico británico "The Sun", en la que cuenta el proceso de su enfermedad desde que se le diagnosticó un cáncer de colon e hígado en 2010 hasta ahora, que está en desaparición.
Robin Gibb perdió a su hermano gemelo, Maurice, en 2003 por la misma dolencia y en 1988 había muerto también, con solo 30 años, su hermano menor Andy.
Junto con Barry, quien vive en Miami, Robin y Maurice formaron el grupo de pop "Bee Gees", uno de los más populares de la historia del pop con unos 200 millones de discos vendidos.
"A veces me pregunto si las tragedias que ha sufrido mi familia, como la muerte prematura de Andy y Maurice y lo que me ha pasado a mí últimamente, no es una especie de precio kármico que estamos pagando por toda la fama y fortuna que hemos tenido", declara.
Robin Gibb, de 62 años, está casado desde hace 36 con la artista y sacerdotisa druida Dwina, con quien tiene un hijo, Robin-John (RJ), de 29 años, además de otros dos de un matrimonio previo.
Durante su enfermedad, el músico inglés compuso con RJ un álbum clásico sobre el hundimiento del Titanic, "The Titanic requiem", que saldrá a la venta el 26 de marzo y que le devolverá a los escenarios en un concierto en el Central Hall de Londres el próximo 10 de abril.
EFE
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