Exintegrante de Bee Gees esperaba interpretar el tema ´Don´t Cry Alone´ en el estreno en Londres de ´Titanic Requiem´.
Una neumonía que lo mantiene hospitalizado y en estado círito impidió a Robin Gibb, excomponente del grupo británico Bee Gees, asistir al estreno en Londres de "Titanic Requiem", un álbum basado en el hundimiento del famoso transatlántico que compuso junto con su hijo RJ Gibb.
A pesar de los problemas de salud del artista, a quien se diagnosticó un cáncer de colon e hígado en 2010 y que fue sometido a una operación intestinal hace dos semanas, Gibb, de 62 años, esperaba poder interpretar ayer la canción "Don"t Cry Alone" de su nuevo trabajo en el concierto celebrado en el Westminster City Hall.
Sin embargo, una neumonía de la que aún no se ha recuperado y que lo mantiene hospitalizado obligaron a su hijo a leer una nota para disculpar su ausencia ante los espectadores, informaron los medios británicos.
"Desafortunadamente, mi padre aun está en el hospital y no puede acompañarnos esta noche. Os envía todo su cariño. Estamos todos rezando por él y deseándole una rápida recuperación", dijo.
A pesar de la ausencia del ex Bee Gee, su nuevo álbum, en el que ha trabajado con la Real Orquesta Sinfónica y el tenor Mario Frangoulis, se estrenó este martes ante el público británico, cuando se cumplían cien años del día en que el Titanic zarpó desde Southampton (sur de Inglaterra) rumbo a Nueva York.
Robin Gibb había cancelado todos sus actos públicos anteriores al estreno de "Titanic Requiem" debido a la operación intestinal que se le practicó el pasado 25 de marzo.
En 2011 ya fue sometido a una operación por una obstrucción intestinal, el mismo problema que provocó la muerte de su hermano gemelo Maurice, también integrante de los Bee Gees, en 2003.
Bee Gees, del que también formaba parte el hermano mayor Barry, fue uno de los grupos más famosos de los años 70 y 80, con más de 200 millones de discos vendidos y temas tan conocidos como "How Deep is your Love" o "Stayin" Alive".
EFE
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