Alianza Lima ganó su primer partido en la fase de grupos de la Copa Libertadores, con la figura de Paolo Guerrero y teniendo en Pablo Lavandeira al motor frente a Talleres.
Cinco minutos insospechados, inexplicables, inesperados, y hasta podría considerar injustos. Alianza Lima ganaba 2-0 y lo hacía bien ante Talleres. La ejecución del plan de Néstor Gorosito se realizaba tal cómo se analizó a un rival que contribuyó para la superioridad blanquiazul. Respuestas individuales y colectiva que invitaban a pensar en una ventaja incluso más grande, pero lo definió excelente Jorge Valdano cuando alguna vez dijo que “un equipo es un estado de ánimo”.
El penal cometido por Erick Noriega cuando Talleres asomaba sin ser realmente peligroso cambió la mentalidad de los argentinos y llevó a Alianza a encontrarse perplejo, sin reacción y desesperados. A los 64’ y 69’ anotó Girotti para instalar malos recuerdos en Matute, alimentados por un Carlos Zambrano fuera de sí que vio la cartulina roja.
El ánimo, para moldearlo, es fundamental bienestar mental, capaz de tenerlo a partir de experiencias vividas. Y con ese escenario complejo, Hernán Barcos, de 41 años, puso el sello final a un partido que le significa a Alianza meterse con firmeza a la pelea por un lugar en los octavos de final de la Copa Libertadores.
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Lavandeira, el conductor de Alianza
‘Pipo’ Gorosito evidenció un conocimiento sobre la propuesta táctica del rival. Con menos posesión de balón, logró que su elenco lo utilice mejor en ataque, aprovechando el invitar a Talleres a adelantar líneas y con ello profundizar más en campo contrario con la potencia de sus elementos.
Pablo Lavandeira corrió y movió al equipo. En otras ocasiones trajinando más que trascender en el juego, el mediocampista lució ante la ‘T’ con un partido con alta precisión para los pases y detectando los espacios libres para habilitar a sus compañeros. Alianza se fortaleció en el sector izquierdo, dándose conexiones entre Noriega, Lavandeira, Eryc Castillo y Paolo Guerrero.
Alianza se agrupó en la izquierda y descargaba en la zona despejada para lastimar. Tras la asistencia de Lavandeira a Guerrero para el primer gol, Pablo llegó a contribuir hasta con tres situaciones claras en las que el local pudo ampliar la diferencia en la primera etapa.
Fernando Gaibor entró en la misma sintonía en el segundo tiempo, siendo más determinante en el arranque hasta empujar al segundo tanto. El pasaje de reacción y dominio de Talleres llegó con el cansancio blanquiazul.
Gorosito recompuso tras el 2-2 y la roja de Zambrano. Adentro Hernán Barcos y Jesús Castillo, afuera Guerrero y Quevedo. Cuando Alianza tuvo el control fue por el dominio del medio, así que no resignó a los mediocampistas, ni a Eryc Castillo, el propulsor del ataque.
Gaibor, Castillo, y Lavandeira, finalmente, fue el tridente que se encontró en la jugada que Barcos sentenció el resultado. Cuando el cansancio impulsaba a no contar con claridad de ideas, el argentino encontró un instante más de lucidez para levantar un partido que se escapaba de las manos.
🙌 ¡El golazo sobre la hora de Barcos para el triunfo de @ClubALoficial!
— CONMEBOL Libertadores (@Libertadores) April 23, 2025
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Guerrero y Barcos, el pacto con el gol
82 años entre ambos y centenares de goles en la bolsa. Paolo Guerrero y Hernán Barcos le dan la contra al paso del tiempo para los futbolistas. El ‘Pirata’ ya había sido gran protagonista en la Libertadores, pero era el momento del goleador histórico peruano.
Paolo se convirtió en el cuarto jugador más longevo en convertir en la Copa Libertadores, pero fue mucho más que un atacante con el rol de solo empujar el balón al arco. Guerrero entró bastante en contacto con el balón, retrocediendo frecuentemente para ser el receptor de los pases largos y atraer a los zagueros con la intención de generarle espacios a los extremos.
Guerrero hizo un partido con bastante despliegue físico, contando con el ritmo para aparecer donde demandaba la acción de ataque. Muy entero para sus 41 años. Fue, con mucha seguridad, de sus mejores presentaciones desde su llegada al club.
Gorosito elegía utilizar a los dos veteranos en la búsqueda desespera por el triunfo, aunque la expulsión le llevó a quedarse solo con el argentino. Barcos, por el contexto, entró muy poco en juego, pero una vez más dio cuenta de una de sus grandes virtudes: el desmarque dentro del área.
Control, paciencia y capacidad. Los factores que caracterizan al ‘Pirata’ frente al arco y que por enésima vez renovó su vigencia goleadora.
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