Tras cinco temporadas sin un título, y luego de un 2018 de terror, Universitario está casi obligado a salir campeón. El año es cábala, ¿el plantel es el necesario?
Era 1929 y Universitario de Deportes se llamaba aún Federación Universitaria. En el torneo, aunque arrancaron 13 equipos, jugaban solo 12: tras la fecha siete, Alianza Lima fue descalificado por no ceder jugadores a la Selección.
Sin tener en el camino al vigente campeón nacional, los cremas, quienes disputaban su segunda temporada en Primera División, consiguieron el título. No lo sabían entonces, pero el último dígito del año de su primer campeonato se convertiría en un número distinto, en uno de la suerte, en una especie de cábala, y no lo decimos por el ‘Cañonero’ que aparecería un año después en la institución. O no solo por él.
Ya con ‘Lolo’ Fernández en sus filas, y con dos trofeos en vitrina, la ‘U’ sumó su tercer título en 1939, el sétimo en 1949, el octavo en 1959 y el decimotercero en 1969. La excepción a la que ya parecía una regla se dio en las décadas del 70 y 80. Pero en los 90’s la racha volvió: en 1999 dio la vuelta en Matute y en 2009 fue campeón en casa, nuevamente frente al clásico rival.
Una noche distinta
Con ese registro de colección, en ese contexto histórico, la Noche Crema 2019 empieza. Los reflectores se apagan y algunos láseres empiezan a formar figuras en los cerros. Mientras tanto, sobre las tribunas populares, dos pantallas muestran los siete títulos conseguidos en nueve años que terminaron con el número nueve. Y, mientras en la cancha se forman el rostro y la firma de ‘Lolo’, por los parlantes se oye su voz: “Dos soles cincuenta, pues, imagínate, y uno feliz”.
En el Monumental, la gente guarda silencio. Se concentra en la voz de su ídolo. Los gritos y las palmas de más de 60 mil hinchas sonarán después, cuando 34 jugadores (con 16 que suman a la bolsa de minutos) y cuerpo técnico, entre otros, ingresen al verde. Pero en ese momento no. En ese momento, con el rostro del ‘9’ dando vueltas en el medio de la cancha, hay que ver ese video que invita a creer que este año será distinto.
Hay motivos para creer que, efectivamente, en este 2019 las cosas pueden salir mejor que antes. Y van más allá de que el 9 les quede bien. Porque eso, al final, es solo una coincidencia. Una curiosa estadística. Lo que realmente importa es que, a diferencia del año pasado, por ejemplo, esta vez sí se pudo contratar. Y que, además, los seis refuerzos –todos aprobados por el entrenador, detalle no menor– dejen una buena impresión.
Nuevos nombres
Las dos derrotas en Chile mostraron distintas caras. En la primera (2-1 ante U. de Chile), las cremas expusieron cosas interesantes: solidez en defensa, orden en el medio y buena asociación de mitad de cancha para adelante. Sin embargo, en la segunda (3-0 frente a Universidad de Concepción), con algunas variantes, las dudas equipararon la balanza. Para inclinarla, hacía falta un partido más. Y mejor todavía si este incluía la posibilidad de una revancha.
Así fue. Universitario enfrentó al equipo de Concepción en la Noche Crema, el último sábado, con un equipo parecido al que usó contra los ‘azules’. El único cambio fue la inclusión de Alberto Quintero por Anthony Osorio. Así, el ‘11’ lo completaron Carvallo, Corzo, Morales, Rodríguez, Vásquez, Alfageme, Páucar, Lavandeira, Hohberg y Denis.
Cuatro de los seis refuerzos fueron titulares. Y los otros dos, Nelinho Quina y Gary Correa, ingresaron en la segunda parte. Una prueba de que Nicolás Córdova no pidió nuevos nombres en vano.
No todo lo que brilla...
Hasta los 45 minutos, los locales sacaron nota aprobatoria. Destacaron Guillermo Rodríguez -preciso en los despejes y atento en las salidas cortas-, Pablo Lavandeira –colaborador en la distribución del balón, con mucha movilidad y gol incluido- y Germán Denis –sacrificado por momentos al recogerse, pero en mucho mejor estado físico que antes-.
Sin embargo, en la segunda mitad, luego de las salidas de ‘Guille’ y Jersson Vásquez la zona defensiva, compuesta al final por Corzo, Schuler, Morales y Quina, dio algunas licencias.
Si tenemos en cuenta que el uruguayo podría ser baja la primera fecha del Apertura (por una distensión en el muslo anterior) y que Alberto Rodríguez no estará apto hasta abril (se recupera de una rotura del tendón de Aquiles), queda claro que se tiene que reforzar la zaga central con alguno de los nombres que está a la espera. Y ojo que no son pocos: están Werner, Velarde, Benincasa, Valverde y Zevallos.
En ataque, en cambio, pasa algo distinto. Si bien la complicidad entre los de adelante no preocupa, sí lo hace la posibilidad de que alguno de ellos se ausente. Sobre todo en el caso de Denis.
Si el argentino no está, su único reemplazante neto con experiencia en Primera es Anthony Osorio. Las otras opciones (vistas ya) son el ‘Enano’ y ‘Negritime’ como ‘falsos 9’. Además, aparte de Luis Chávez y Paulo de la Cruz, no hay más atacantes.
¿Será suficiente?
Universitario ganó en su presentación, algo que no lograba desde 2013, año del Centenario de 'Lolo' (y, de paso, el último que salió campeón). Ahora, seis años después, volvió a sumar un triunfo. Y lo hizo ante un rival más exigente que el Nasarawa de Nigeria. Sin embargo, dejó en claro lo que este miércoles, cuatro días después, Nicolás Córdova confirmó: se necesita más variantes en el ataque. Porque basta, pero no sobra. Y los recambios son claves.
El DT está en busca de un '9' y un enganche, y ello, solo si el presupuesto del club lo permite, será vital. La 'U' tiene lo que necesita para no repetir lo que vivió en 2018, e incluso para dar pelea, sobre todo porque el único objetivo será el torneo local, pero uno o dos nombres más le darían más argumentos para ser serio candidato al título. Si no, la estrella 27 será algo más complicada de alcanzar. Aunque, eso sí, nadie dice que imposible. Total, aunque sea solo una coincidencia, el 9 le cae bien.
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