Cuando dos equipos entren a la cancha se acostumbra a que los jugadores rivales se saluden entre sí. Cuando uno de ellos no cumple con el formalidad se arma la polémica.
Alexander Hleb, el centrocampista bielorruso, saludó a la mayoría de jugadores de la selección de España, quienes eran vario de sus compañeros en el Barcelona, excepto a Cesc Fàbregas.
Seydou Keita, ex-Barcelona, le negó el saludo a Pepe y desencadenó un rifi-rafe antes de empezar el partido entre AS Roma y Real Madrid.
Anton Ferdinand, aguerrido defensa inglés se saltó a su colega John Terry, el tipo que le llamó “jodido negro de mierda”, en la previa al duelo entre Chelsea y Queens Park Rangers.
Wayne Bridge, otro futbolista inglés, que tampoco saludó a John Terry, tras el affaire que tuvo con su mujer. Terry haciendo amigas allá donde va y enemigos allá donde juega.
Maxi López, atacante argentino, no saludó a su compatriota Mauro Icardi, actual pareja de su ex-mujer, antes de un choque entre Sampdoria e Inter de Milán.
Luis Suárez, actual delantero del Barcelona de España, no saludó a Patrice Evra, que no se lo toma muy bien. Fue uno de los primeros capítulos que vivimos de esta novela entre los entonces delantero de Liverpool y lateral del Manchester United, respectivamente. Evra denunció que el uruguayo fue racista con él, por lo que lo suspendieron de la Premier League.
Gary Neville, ex futbolista profesional, 'eterno' capitán del Manchester United no perdonó a su ex-compañero Peter Schmeichel su fichaje por el Manchester City. Se encontraron en el túnel, antes de ingresar al campo de juego, y Neville le vio a los ojos y se retiró del lugar sin saludarlo. El arquero sólo sonrió.
Luis Suárez (29 años) protagonizó un incidente con el defensa francés Patrice Evra. El delantero charrúa, exjugador del Liverpool, le habría dicho la palabra “negro” con la que señaló al defensa galo en el 2011, durante el partido entre el Liverpool y Manchester Unidet. “La palabra negro se malinterpretó”, dijo.
Mauro Icardi y Maxi López, delanteros argentinos, protagonizaron el caso más polémico del fútbol italiano. Todo se originó porque la ex esposa de Maxi inició una relación amorosa con Icardi. Esto no cayó nada bien y cuando se encontraron en el campo.