Adriano dio a conocer por qué decidió dejar de ganar millones de euros en el fútbol europeo para volver a las favelas de Brasil.
El Estadio Nacional fue testigo de una memorable actuación de Adriano, que anotó un golazo en el duelo ante Argentina por la final de la Copa América 2004. De esa gesta ya pasaron 20 años y el exfutbolista brasileño vive otra realidad alejado de las canchas de fútbol.
Adriano, de 42 años, publicó una dramática carta sobre su vida en The Players Tribune. El 'Emperador' habló abiertamente de su adicción al alcohol, de cómo sufrió viviendo en Europa y por qué decidió dejar de ganar millones de euros para vivir en una favela de Brasil.
“¿Sabes lo que es ser una promesa? Yo sí. Incluso una promesa incumplida. El mayor desperdicio del fútbol: yo. Me gusta esa palabra, desperdicio. No solo por ser musical, sino porque me encanta desperdiciar la vida. Estoy bien así, en un desperdicio frenético”, comenzó la reflexión de la exfigura de Inter de Milán.
A continuación, negó que consuma drogas. "Nunca até a una mujer a un árbol, como dicen; no consumo drogas, como intentan demostrar; no me gusta el crimen, pero, por supuesto, podría haberlo hecho. Siempre voy al mismo lugar, el kiosco Naná, si quieres conocerme pásate. Bebo todos los días, sí, y los días que no lo hago a menudo también. ¿Por qué una persona como yo llega al punto de beber casi todos los días?”, indicó el exdelantero que anotó 27 goles en 48 partidos con Brasil, y que además jugó en Europa en Inter, Parma, Fiorentina y Roma.
Adriano sobre la favela y el "secuestro"
“Me llaman Emperador. Un tipo que salió de la favela para ganarse el apodo de Emperador en Europa. ¿Quién lo entiende? Yo aún no. Tal vez no lo hice tan mal, ¿verdad?”, comentó Adriano que brilló con la 'Canarinha', aunque incluso pudo alcanzar otra dimensión.
Asimismo se sintió orgullo vivir en la favela Vila Cruzeiro. “Vivo en Barra da Tijuca desde hace muchos años. Pero mi corazón está enterrado en la favela. Vila Cruzeiro. Complexo da Penha. Súbete también. Vamos en moto. Así es como me siento a gusto”, señaló.
Argumentó también que “veo a mi padre en cada uno de estos callejones. ¿Qué más quiero? Aquí soy verdaderamente respetado, aquí está mi historia y aprendí lo que es la comunidad. Vila Cruzeiro no es el mejor lugar del mundo; es mi lugar”.
Finalmente, recordó que la prensa italiana inventó en su momento que fue secuestrado en la favela. “Aquí mi padre era realmente feliz. Almir Leite Ribeiro. Llámalo Mirinho; todos lo conocían así”, aseguró y la ponderó por sobre Italia: “Regla número uno de la favela: mantén la boca cerrada. ¿Crees que alguien me delataría? Aquí no hay ratas, hermano. La prensa italiana se volvió loca. La policía de Río incluso llevó a cabo una operación para 'rescatarme'. Dijeron que me habían secuestrado. Estás bromeando, ¿verdad? Imagínate que alguien me va a hacer daño aquí. A mí, un niño de la favela. Me gustara o no, necesitaba la libertad”, culminó.
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