Fuentes médicas aseguraron que el arquero español está estable tras el ataque cardiaco que sufrió en la víspera. El futbolista estuvo acompañado de sus familiares.
Iker Casillas pasó su primera noche en el Hospital CUF de Oporto, donde fue ingresado este miércoles tras sufrir un infarto agudo de miocardio, estable y rodeado de su familia, a la espera de que se le hagan nuevas evaluaciones para conocer cómo marcha su recuperación.
El guardameta español, que cumplirá 38 años este mes, fue sometido el miércoles a un cateterismo después de sentirse indispuesto en un entrenamiento y, tal y como mostró el propio jugador horas después en redes sociales, se encuentra estable y animado.
"Todo está controlado", escribió junto a una fotografía en la que se le ve sonriente en la cama del hospital, donde es acompañado por su mujer, Sara Carbonero, quien también envió un mensaje a través de redes sociales.
"Afortunadamente todo ha quedado en un susto", fue el mensaje de la periodista, quien agregó que "la vida tiene a veces esa extraña manera de recordarnos celebrar cada latido".
Se espera que a lo largo de la jornada los médicos evalúen nuevamente a Casillas, sobre cuyo estado decidirá cómo informar su club, dijeron hoy a EFE fuentes del hospital.
No obstante, el representante del club, Carlo Cutropía, ha avanzado en una entrevista a la emisora Cope que el portero pasará "tres días en el hospital" para que los sanitarios se cercioren de que se encuentra bien.
En este sentido, el médico del Oporto, Nelson Pulga, afirmó el miércoles que va a quedar "perfectamente recuperado", aunque advirtió que habrá que esperar para saber si podrá continuar jugando al fútbol de máximo nivel. (EFE)
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