El árbitro Jan Smit, quien dirigió el partido entre St. George contra el SV De Valken, expulsó a tres jugadores y al técnico de este último, además de dar 15 minutos de tiempo añadido; para favorecer a su equipo en ascenso de los Países Bajos.
Un hecho sin precedentes ocurrió en el fútbol de ascenso de los Países Bajos, cuando el árbitro del cotejo entre el St. George y el SV De Valken se unió al festejo de los primeros por el título obtenido en el decisivo encuentro correspondiente a la cuarta división y que él momentos antes se había encargado de impartir justicia.
Este hecho, sin embargo, junto a las decisiones que tomó durante el compromiso llamó poderosamente la atención de la Real Asociación de Fútbol de los Países Bajos (KNVB) que de inmediato tomó cartas en el asunto.
Y es que dicho ente determinó suspender de por vida al árbitro, Jan Smit, de 61 años, quien expulsó a tres jugadores y al director técnico del cuadro visitante, SV De Valken, en un partido que por momentos se volvió de lo más confuso.
Smit, además, añadió al tiempo reglamentario 15 minutos de descuento. La controvertida decisión permitió a los locales -en esos minutos extras- empatar el partido (2-2), asegurando el título y el ascenso.
Árbitro celebró el título
Mientras los jugadores del St. George celebraban el campeonato obtenido, grande fue la sorpresa cuando Jan Smit -con gran entusiasmo- se les unió en los festejos, incluso tomando el micrófono y entonando algunos cánticos.
EL SV De Valke, ante estos hechos, presentó una queja ante la KNVB por su desenvolvimiento durante el duelo y su comportamiento posterior.
La entidad rectora del fútbol de los Países Bajos, tras analizar lo ocurrido, resolvió con firmeza y decidió suspender de por vida al árbitro.
"Llamamos al señor Smit y le dijimos que ya no puede arbitrar partidos. Esperamos una actitud neutral por parte de un árbitro y que ambos equipos sean tratados con respeto. Eso es, por supuesto, donde pertenece esta actitud", sostuvo Daan Schippers, portavoz de la KNVB.
Smit dio su versión
Jan Smit, en declaraciones para el medio NH, justificó su actuación en el encuentro y su conducta en las celebraciones del St. George.
"Puedo entender que el SV De Valken esté decepcionado con el desarrollo del partido. Sin embargo, en mi opinión, las cuatro tarjetas rojas mostradas estaban cien por cien justificadas. Antes del partido, los jugadores del St. George ya me preguntaron si quería cantar una canción después”, sostuvo.
"Sin embargo, a De Valken no le gustó esto. Simplemente enviaron el vídeo a la KNVB y presentaron una denuncia", añadió.
Por último, expresó su malestar por la decisión tomada por el mencionado organismo.
"No estuve de fiesta con los jugadores en absoluto. Simplemente canté una canción y levanté el trofeo una vez. Eso es lo único. Me parece demasiado triste que la KNVB me despida por ese motivo. Es ridículo. La KNVB no ha investigado y solo ha visto un vídeo. Supongo que ya se habrá acabado el silbato, pero ya no me arrodillaré como hace dos años y luego podrán pasar por el puente de remolacha", añadió.
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