Réferi alemán salvó de morir tras cortarse las venas por causas desconocidas. Sin embargo, medios de ese país afirman que lo hizo tras ser elegido en reiteradas ocasiones como el peor árbitro de la Bundesliga.
Babak Rafati dejó hoy la hospital donde fue tratado en Colonia, dos días después de su intento de suicidio que ha causado una conmoción en el fútbol alemán y que ha recordado otros casos de problemas psíquicos como los del meta Robert Enke o el centrocampista Sebastian Deisler.
El presidente de la Liga Alemana de Fútbol, Reinhardt Rauball, apeló hoy a que se revise la actitud que suele tenerse ante los árbitros. "Hay que hablar siempre de este tema, apelo a que se cambie la actitud", dijo Rauball tras una asamblea del Borussia Dortmund.
"Hay que ver esto como una señal de que los árbitros son algo más que un blanco para burlas y silbidos. Son gente que tiene una función importante", agregó.
Rafati intentó suicidarse, cortándose la venas, antes del partido Colonia-Hoffenheim que tuvo que ser aplazado.
El presidente del Consejo Directivo del Bayern Múnich, Karlheinz Rummenigge, dijo que algunas reglas de la FIFA y el rechazo de la organización a las ayudas audiovisuales hace más difícil la situación de los árbitros.
"La FIFA deja a los árbitros en la estacada, por ejemplo con la regla del fuera de juego pasivo o con su negativa a aceptar las cámaras detrás de las porterías. No hace nada para apoyar a los árbitros", dijo Rummenigge.
De momento, las razones que llevaron a Rafati a intentar suicidarse se desconocen y no se sabe si tienen que ver con sus actividad como colegiado. Sin embargo, muchos medios de comunicación han recordado que Rafati ha "ganado" en tres ocasiones la discutida encuesta entre los jugadores que realiza la revista "Kicker" acerca de quién es el peor árbitro de la Bundesliga.
En la última edición de la encuesta, sin embargo, Rafati cedió el testigo a Wolfgang Stark. Rafati, de 41 años, había sido retirado para 2012 de la lista de árbitros FIFA alemanes.
El intento de suicidio de Rafati ha hecho que muchos recuerden el suicidio de Robert Enke, víctima de depresiones clínicas que mantuvo ocultas para no poner en peligro su carrera.
Después del caso Enke, hubo una discusión en el fútbol alemán acerca de la necesidad de un trato más humano y de mayor apertura a la hora de afrontar posibles problemas psicológicos.
Otros casos célebres son el de Sebastian Deisler, que puso final a su carrera debido a sus depresiones, y del entrenador Ralf Rangnick, que renunció súbitamente al banquillo del Schalke por un síndrome de agotamiento.
EFE
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