Los enfrentamientos del domingo dejaron siete muertos y este lunes la gente salió a las calles para despedirlos.
Centenares de personas participaron en el funeral por los siete muertos ayer, domingo, en Port Said, en el noreste de Egipto, en una ceremonia sin incidentes, dijo a Efe uno de los asistentes a las exequias, Hozam Mohamed Mustafa.
Mustafa explicó que el funeral transcurrió de forma pacífica y que los muertos ya han sido enterrados.
"Había mucha gente porque querían transmitir el mensaje de que no iban a tener miedo", apuntó Mustafa, de profesión contable.
Los siete fallecidos perdieron la vida ayer en los disturbios durante y después del funeral por 29 de las 31 las víctimas del pasado sábado en Port Said, que perecieron en choques entre manifestantes y la Policía.
Los enfrentamientos de hace dos días estallaron al conocerse que un tribunal había recomendado la pena de muerte para 21 acusados de participar en la matanza de 74 personas hace casi un año en el estadio de fútbol local.
Mustafa, que también acudió ayer a esas exequias en las que fueron enterrados un amigo y un conocido suyo, aseguró que las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos y persiguieron a los asistentes al funeral.
Anoche, el presidente egipcio, Mohamed Mursi, ordenó la declaración del estado de emergencia y el toque de queda en las provincias de Port Said, Suez e Ismailiya, en el noreste del país.
Según el artículo 148 de la nueva Constitución, Mursi debe consultar la declaración de emergencia con su Gobierno y presentarla ante la Cámara baja del Parlamento, aunque si esta está disuelta (como ocurre en la actualidad) puede estudiarla la Cámara alta.
Una mayoría de la cámara correspondiente debe aceptar dicha declaración, que no puede estar en vigor durante más de seis meses.
Está previsto que la Cámara alta o Consejo de la Shura estudie hoy, este lunes, la medida.
Mustafa se quejó de la orden del presidente porque "va a matar el comercio en Port Said", que se encuentra junto al canal de Suez.
EFE
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