En búsqueda de combatir la violencia en los estadios de fútbol, el país cafetero promulgó en mayo último una ley que establece penas de hasta cinco años de cárcel para quienes perturben los partidos con ataques contra jugadores o aficionados.
Cansados de vivir hechos realmente lamentables en estadios, el Gobierno colombiano decidió poner mano dura a la violencia en partidos de fútbol a través de una ley que establece penas de hasta cinco años de prisión a quienes violenten contra jugadores o aficionados.
"Van a tener que pensar dos veces antes de perturbar el desarrollo de una competencia. Estamos hablando de cárcel de entre 1 y 5 años para quienes lancen objetos peligrosos, no sólo dentro de un estadio, sino en cualquier lugar relacionado con el evento deportivo", dijo el presidente colombiano Juan Manuel Santos en la presentación de esta ley.
En los últimos años se habían incrementado los actos vandálicos en los colosos deportivos, así como en sus alrededores y por esta razón se decidió crear esta ley para penar estos actos.
Los hechos más comunes como lanzamientos de objetos a árbitros y jugadores, ataques a establecimientos comerciales y personas en medio de enfrentamientos entre barras y asesinatos de aficionados solían ser normales en Colombia.
"Lo que sí no podemos tolerar es que el comportamiento violento y peligroso de algunos hinchas convierta a los estadios en campos de batalla y no en escenarios de paz, como deben ser", añadió Santos.
En esta ley se establece además que la pena se aumentará si se usan artefactos explosivos, elementos incendiarios o sustancias químicas, así como la prohibición de volver a ingresar a un escenario deportivo si se cometen agresiones físicas o verbales o daños a la infraestructura deportivas.
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