El fútbol egipcio entra a un clima de violencia luego de la muerte de 22 personas en un enfrentamiento previo al choque entre Zamalek y ENPPI.
El presidente del club egipcio de fútbol Zamalek, Murtada Mansur, conocido por sus polémicas declaraciones, ha acusado a los Hermanos Musulmanes egipcios de estar detrás de los disturbios entre ultras y la policía en los que murieron una veintena de personas.
Mansur, en declaraciones al canal de televisión privado Sada el Balad, explicó que los aficionados "ultras" de los equipos egipcios son "el brazo militar de los Hermanos Musulmanes" y los acusó de la muerte de los aficionados.
Anoche, 19 personas, según el Ministerio de Salud, y 22, según la Fiscalía, perdieron la vida en unos disturbios que estallaron unas horas antes del partido que enfrentó al club Zamalek y al ENPPI, después de que aficionados intentaran entrar en el estadio cuando los accesos ya habían sido cerrados.
El Ministerio egipcio de Interior explicó que simpatizantes de ambos equipos intentaron irrumpir en el estadio de la Defensa Aérea, en el este de El Cairo, supuestamente sin haber comprado las entradas para el encuentro.
Según el presidente de Zamalek, la intención de los Hermanos Musulmanes sería provocar el caos antes de la visita del jefe de estado de Rusia, Valdimir Putin, y obstaculizar el desarrollo económico que, según él, ha logrado el país recientemente.
Los Hermanos Musulmanes han sido declarados grupo terrorista por las autoridades, y reprimidos y perseguidos en todos los ámbitos después del golpe militar que en julio de 2013 derrocó al presidente Mohamed Mursi, miembro de esta agrupación.
Tras los sangrientos disturbios de anoche, la Federación Egipcia de Fútbol ha anunciado la interrupción del campeonato liguero hasta nuevo aviso y la Fiscalía ha abierto una investigación.
EFE
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