En los últimos doce años, en cinco definiciones por penales, los cuadros nacionales han perdido en cuatro ocasiones. ¿Falta definición o existe un problema mental?
La derrota por penales de Universitario de Deportes ante Sao Paulo en Brasil es una figurita repetida que se ha venido comprando en los últimos años, y como siempre, los equipos nacionales han sido los tristes protagonistas de estas historias.
En 1998, por los octavos de final de la Copa Libertadores, Alianza Lima tenía la gran oportunidad de clasificar a la siguiente etapa dejando en el camino a un pintado de esta competición, Peñarol de Uruguay.
Tras vencer 1 a 0 en Lima y caer por 2 a 1 en el Centenario, los íntimos tuvieron que definir por penales su permanencia en la Copa y, teniendo todo a su favor, perdieron 3 a 1 en la ruleta.
Al año siguiente, los blanquiazules estuvieron otra vez a punto de hacer historia a nivel internacional cuando llegaron a las semifinales de la fenecida Copa Merconorte. El rival de los íntimos fue el laureado América de Cali.
En el duelo de ida, los grones cayeron tres a uno en el Pascual Guerrero, y en la vuelta ganaron 2 a 0 en Matute. Ante más de 30 mil hinchas aliancistas, los íntimos cayeron 4 a 3 en la tanda de penales. El villano de la noche fue Waldir Sáenz, quien erró el penal decisivo.
En ese mismo año, en el marco de la Copa América de Paraguay, la selección peruana empataba 3 a 3 ante México y el pase a cuartos de final de ese torneo se definiría desde el punto de penal.
Juan Reynoso y José Soto marraron sus disparos y el cuadro peruano quedó fuera del torneo sin pena ni gloria. México nos ganó 4 a 2.
La única alegría conseguida en los penales en los últimos años nos la dio el inolvidable Cienciano de Freddy Ternero. En la definición por el título de la Recopa Sudamericana 2004, ante Boca Juniors en Miami, los cusqueños se impusieron por 4 a 2, siendo la gran figura el arquero Oscar Ibáñez.
Lo que pasó anoche ya todos lo saben. La "U" pudo quedar en la historia de la Copa en Brasil y en la tanda de penales cayó 3 a 1.
Dicen los entendidos que cuando la ansiedad y la tensión le juegan una mala pasada al jugador, este se termina bloqueando y comete errores que generalmente no hace.
¿Será este el problema? ¿Al jugador peruano le falta fortaleza mental? ¿O solo nos falta ser mejores en cuanto a definición?
Tú tienes la palabra.
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