El presidente del Itagüí, Fernando Salazar, generó polémica con sus declaraciones.
El presidente del Itagüí, Fernando Salazar, provocó una movilización de repudio en el gobierno colombiano al calificar a los jugadores como "prostitutas vestidas de uniforme de fútbol".
Salazar, quien aclaró que no se retractará de lo dicho, criticó así al centrocampista Jhonny Ramírez, quien al parecer ignoró un contrato con el Boyacá Chicó que tenía hasta diciembre del 2013 para jugar con el actual campeón colombiano, Millonarios.
"Hoy los jugadores se burlan de los equipos como empresa y tiran al cesto el patrimonio de nuestros hijos. Los jugadores de hoy son unas prostitutas vestidas de uniforme de fútbol. Con absoluta tristeza lo digo, y se venden al mejor postor", declaró.
El viceministro de Trabajo, David Luna, repudió las declaraciones del directivo, recordó que la Constitución colombiana protege la dignidad de los empleados y anunció que abrirá una investigación a partir de este caso para establecer cuál es la situación laboral entre los futbolistas y los clubes.
"El futbolista es propietario de su trabajo y tiene la posibilidad de saber cuáles son las mejores condiciones para su desempeño profesional", dijo Luna a periodistas.
El presidente de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), Carlos González Puche, rechazó de forma enérgica las declaraciones de Salazar y el presidente de Millonarios, Felipe Gaitán, expresó que los futbolistas, "ante todo, son personas".
EFE
Comparte esta noticia