El representante del máximo ente del fútbol mundial indicó que si la Copa Confederaciones no llegaba a su instancia final, Brasil pudo haberse quedado sin Copa del Mundo.
La ola de protestas sociales registradas en las principales ciudades de Brasil en junio pasado pusieron en riesgo la celebración, el próximo año, del Mundial de fútbol en este país, admitió el secretario general de la FIFA, Jérome Valcke.
"Técnicamente hablando, si la Copa Confederaciones no fuese organizada hasta el final, podría no haber Copa del Mundo en Brasil en 2014", afirmó Valcke en una entrevista con al canal deportivo de televisión ESPN.
La Copa Confederaciones se disputó del 15 al 30 de junio en forma casi simultánea con manifestaciones populares en las calles, muchas de ellas violentas, que en principio reclamaban por el alza en las tarifas del transporte público en Sao Paulo y luego por otras reivindicaciones sociales en el resto de ciudades.
"En la noche del 20 de junio, las cosas alcanzaron el auge. Recuerdo estar viendo la televisión y estar en contacto con Luis Fernandes (viceministro de Deportes) y personal de seguridad hasta las cuatro de la mañana. No fue la noche más fácil para nosotros. Por la mañana hicimos una reunión de crisis para hablar sobre la situación en Brasil y cómo íbamos a lidiar con ella", contó Valcke.
Añadió que en la reunión entre la FIFA, el Gobierno y el Comité Organizador Local (COL) se decidió ir "hasta el final" con la Copa Confederaciones, que Brasil ganó en la final a España por 3-0.
Valcke dijo la mayor preocupación era "garantizar el más alto nivel de seguridad, no para proteger sólo a la FIFA, sino a los jugadores, aficionados, prensa, y tener la seguridad de que el "show" seguiría".
"Sería la peor cosa si tuviésemos que tomar la decisión de aplazar la Copa Confederaciones. Sería lo peor para Brasil, no sólo para la FIFA", puntualizó.
EFE
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