El debut de Óscar Ibáñez le dio a la Selección Peruana una oportunidad más en las Eliminatorias, con fases de un estilo que acercó al gol desde la veteranía de los jugadores, la misma a la que por pasividad tuvo minutos de zozobra con Bolivia.
Perder era convertirse en el primer eliminado con cinco fechas de anticipación. Ganar, más allá de ilusionar, brindaba una oportunidad para intentar la recuperación, aferrarse por una fecha más. Óscar Ibáñez no tenía un solo margen de error en Lima para su debut al mando de la Selección Peruana y cumplió con las necesidades por aprovechar frente a un rival como Bolivia: la victoria, los goles de los atacantes y momentos de dominio a partir de la confianza individual de los protagonistas.
La apuesta de Ibáñez por los de trayectoria tuvo efecto positivo. Del medio hacia adelante, los experimentados respondieron, el equipo se movió reconociendo a André Carrillo como su motor, plasmando en el juego superioridad y diferencia en goles. Pero acaso en la misma veteranía estuvo la razón al otro rostro, el agotamiento que llevó a ceder ante una Bolivia que instaló la intriga en el Nacional, desvanecida cuando Edison Flores le puso punto final al marcador.
¡ÚNETE AL CLUB FCC AHORA! y gana premios cada semana.
¡LLÉVATE 01 IPHONE 16! GANA CAMISETAS OFICIALES, TOURS A ESTADIOS y mucho más.
Querer jugar a la pelota
La elección de nombres en la alineación era el aviso hacia el plan del entrenador, uno de corte ofensivo y utilizando a Renato Tapia como soporte en el eje central. Sistema de juego 1-4-3-3, encontrándose la explicación a la propuesta en la función de los volantes internos.
Sergio Peña actuó más próximo a Tapia y la indicación sobre Carrillo fue que decida trasladarse sin limitaciones, aunque estando más cerca a Paolo Guerrero que su propia área. Cuando retrocedía para recibir el balón muy cerca de Garcés o Abram, perdía brillantez. Y es que no es el ‘10’ que hace jugar a su elenco a partir de que el balón gire sobre él o resuelva con pases largos. André es un conductor que necesita trasladar él la pelota, pisarla, acompañar la acción. En ese tipo de futbolista ha madurado en Brasil, capaz de tocar rápido, aprovechando los espacios para filtrar. Una versión integral que dejó el registro de 94 % en precisión de pases y el que intentó más duelos individuales.
André Carrilló acertó 46 de 49 pases ante Bolivia en LimaFuente: Selección Peruana
En el ritmo de André Carrillo
De Carrillo dependió el ritmo de la selección, encontrando complemento en los atacantes para profundizar. Bryan Reyna pudo detectar espacios para desplazarse y encarar en la izquierda, mientras que el rol de Andy Polo fue distinto. No solo ofreció velocidad, sino que teniendo menos metros para recorrer, alternó centralizando sus movimientos con los desbordes en banda. Polo permitía a Carrillo acostarse en la derecha por tramos y para no sobreponerse el de Universitario ingresaba al centro del ataque.
Polo anotó por acompañar entrando al área, como lo intentó antes de la jugada del gol. En el segundo tanto es quien brinda la asistencia, pero también fue quien recuperó para tener luego una nueva conexión con Carrillo.
¡Paolo dijo presente! Guerrero y el 2 a 0 ante Bolivia para que lo grite todo el Estadio Nacional de Lima 🇵🇪#EliminatoriasSudamericanas pic.twitter.com/1Hvj2Sf0rZ
— CONMEBOL.com (@CONMEBOL) March 21, 2025
Volver al gol con los atacantes
Contra la selección más batida de las Eliminatorias, Perú debía levantar sus pobres registros goleadores de la campaña y por fin anotó con sus atacantes. Ibáñez depositó esa confianza y urgencia en Paolo Guerrero. Ni el flirteo a alejarse de la Bicolor ha puesto al día de hoy a un centrodelantero con mejor presente que el suyo. A sus 41 años, todavía le suma al equipo y no solo el gol. Paolo entró en el engranaje colectivo cuando tuvo ocasión y fue la constante vía de descarga hacia Carrillo cuando se le buscó con pases largos.
Con Bolivia se vieron momentos del juego que a la selección le dio más certezas en la última década, asociaciones, circuitos, pero entiéndase esto también por el oponente que estaba delante.
El costo de la experiencia
Bolivia, escaso de herramientas fuera de El Alto, instaló 30 minutos de incertidumbre en el Nacional comenzado el segundo tiempo. Se hizo del balón no solo por el replanteo de Villegas de tapar a Polo y Carrillo, sino por ritmo bajo con el que salió el local para la otra mitad.
Bajarle una velocidad a la intensidad del partido permitió que la Verde se instale en nuestro propio campo. Sin poder encontrar grietas en la última línea que tuvo a Renzo Garcés como figura de la defensa en su debut titular en Eliminatorias, apostó por los tiros de media distancia. Con ello generó el penal, desde la pasividad peruana para ir hacia la recuperación. Poco fue suficiente para preocupar, y ello lleva también a considerar a que si la veteranía (32 años el promedio de edad del once inicial) resultó un arma de doble filo cuando se requería de respuestas físicas para sostener la dinámica.
La primera experiencia de Óscar Ibáñez le permitió a la selección tener una oportunidad más, dejar el último casillero de las Eliminatorias reencontrando fases de rendimiento de un estilo que nos acercó más a conseguir resultados, aunque aún con zozobra producto del estancamiento en la renovar del combinado en este reciente periodo. Antes que ilusionarse, revisar el fixture o hacer números, se debía intentar recuperarse. Un primer paso se dio.
Te recomendamos
Video recomendado
Comparte esta noticia