André Carrillo es otro desde que está en Corinthians, y lo demostró —de manera contundente— en el encuentro ante Bolivia por la fecha 13 de las Eliminatorias Sudamericanas.
André Carrillo es otro desde que está en Corinthians, y lo demostró —de manera contundente— en el encuentro ante Bolivia por la fecha 13 de las Eliminatorias Sudamericanas.
El futbolista de 33 años, en menos de un año, ha pasado de ser casi un exfutbolista, perdido en la segunda división de Arabia Saudita, a convertirse —prácticamente— en el nuevo líder del equipo de Óscar Ibáñez.
¿Qué ha cambiado en André Carrillo? Nada. La Culebra siempre ha sido el mismo jugador: rápido, encarador y con confianza (aunque algunos lo confundan con soberbia). Y es justamente esta última característica que lo ha llevado —en palabras del propio jugador— a sentirse indiscutido sin —muchas veces— merecerlo.
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Su paso por Al Hilal le permitió al atacante hacerse un nombre no solo en Arabia Saudita, sino en toda Asia. Sus buenas actuaciones y múltiples campeonatos obtenidos, incluyendo algunas Champions League de Asia, se podían ver en la Selección Peruana. André era, en la etapa de Ricardo Gareca, un jugador importante. De hecho, era indiscutido en el esquema del argentino. Pero, conforme fue perdiendo terreno en el cuadro azul y tomando decisiones cuestionadas para algunos, como firmar con Al Qadisiya de la segunda división saudí, también fue desapareciendo.
Coincidencia o no, la falta de minutos y de rigor futbolístico se notó en la era de Juan Reynoso y Jorge Fossati, donde muchas veces fue suplente e —incluso— no fue convocado. Pero, un jugador de sus características necesita motivación. Y la encontró con Ramón Díaz en Corinthians.
André, desde el primer día en el Timao, supo que para tener minutos tenía que hacer más que en Al Hilal, inclusive más que en su etapa en Portugal. Y es, en la liga más competitiva de América, no puedes darte el lujo, ni un instante, de quedarte parado. Correr, meter, jugar y hacer magia son el pan de cada día en Brasil, y si no demuestras calidad desde el primer toque, ya piden tu salida.
Por eso, la Culebra cambió el chip. Acostumbrado a no tener un régimen deportivo estricto en Arabia, se amoldó al modelo brasileño -donde el entrenamiento y la alimentación son fundamentales- y los frutos empezaron a verse en semanas.
En apenas pocas semanas, el peruano se ganó un puesto de titular en Corinthians en una posición que, si bien es cierto, es nueva para él, no le es indiferente. Y eso le dio a su juego nuevas características. Ahora, André no solo encara y pasa a sus rivales, también marca y es el pase en salida de su equipo. Eso se vio hoy ante Bolivia. La Culebra se movió libre por el centro del campo y bajó siempre a pedir la pelota. Sí, está alejado del arco, pero la dinámica que ha logrado en Corinthians le permite hacer el ida y vuelta sin problemas. ¿Le alcanzará a Perú tener al mejor Carrillo después de varios años? Lo cierto es que André ha vuelto a creer, y con él, las esperanzas de Perú de ir al Mundial.
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