Este 12 de agosto, el mundo de la comedia recordará a unos de sus mejores representantes: Mario Moreno "Cantinflas".
Fortino Mario Alfonso Moreno Reyes, o simplemente “Cantinflas”, nació en la colonia Santa María la Redonda, en la Ciudad de México y fue uno de los doce hijos de la unión de Pedro Moreno y Soledad Guízar Reyes.
Aunque su padre quiso que fuera empleado postal, Mario decidió ser comediante. Comenzó en las carpas de los circos, siendo uno de sus primeros papeles, el de un músico negro que bailaba Fox y Charleston.
Antes se había enrolado en el ejército sin tener la edad mínima requerida, se desempeñó como boxeador en los Estados Unidos y al fracasar su carrera como púgil descubrió las carpas, donde conoció a la que sería su esposa, Valentina Gregorieva Ivanova, hija de un emigrante ruso que llegó a México huyendo la revolución bolchevique.
Cantinflas fue el actor más taquillero de la historia del cine mexicano,.Su primera película fue No te engañes corazón, en 1935, y en 1940 filma "Ahí está el detalle", considerada una de sus mejores cintas.
Cantinflas construyó el personaje del “peladito”, el hombre humilde que se expresaba en una jerga propia del mexicano de pueblo; era el representante de los iletrados, tercos e ingenuos que buscan reconocimiento en una sociedad hostil. Simbolizó la picardía y el humor de los personajes postergados.
Charles Chaplin lo reconoció como "uno de los más grandes comediantes del mundo”, después de ver su película ‘Ni sangre, ni arena’ en 1941.
Uno de los rasgos que más llama la atención es el lenguaje, cuya originalidad lo hizo ingresar a la academia de la lengua, que incluye el neologismo cantinflear.
Cantinflas se convirtió de un estereotipo de la cultura popular a una referencia mundial del humor y la picardía latinoamericana.
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