La Organización Meteorológica Mundial aseguró que estas bajas temperaturas son parte de las extremas manifestaciones en el invierno del hemisferio norte.
Las extremadamente bajas temperaturas que azotan Europa desde hace una semana son un fenómeno "destacado" pero "no inusual ni excepcional" en invierno, según explicó hoy la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
"Este fenómeno no es inusual, es parte de las extremas manifestaciones en el invierno del hemisferio norte", afirmó el director de la división de aplicaciones de datos de la OMM, Omar Baddour.
De hecho, las temperaturas registradas, si bien son muy bajas, no han batido récords históricos.
Además, el científico recordó que, hasta la extrema caída de las temperaturas, este invierno era mucho más caliente de "lo normal", por lo que el choque de temperaturas percibido ha sido mucho mayor.
El fenómeno que sacude Europa este año se debe a una oscilación negativa del Ártico, lo que provoca que haya temperaturas muy bajas en el continente pero bastante templadas en el Ártico.
Esta oscilación permitió que una ola de altas presiones provenientes de Siberia entrara por el este y se instalara en el continente, mantuviera las temperaturas gélidas, y bloqueara la masa de aire más templado que normalmente sopla de oeste a este.
"Lo que evidenciamos son una serie de perturbaciones clásicas. Normalmente los vientos entran de oeste a este y traen lluvias pero no temperaturas tan bajas. Este año, el viento siberiano viaja de norte a sur, por eso ha llegado a lugares como el Magreb, y hace mucho frío porque ha bloqueado los vientos del oeste", aclaró Baddour.
Sin embargo, Baddour destacó que, si bien el fenómeno no es inusual, al ser tan extremo, puede ser que cambie las temperaturas globales del año.
Con respecto a cuánto puede durar este fenómeno, Baddour previó que la situación puede mantenerse dos o tres semanas más aunque señaló que "parece" que podrá mejorar la semana próxima.
EFE
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