Diplomáticos de Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Ecuador, Colombia y Venezuela, entre otros, asistieron a los actos encabezados por mujeres aimaras.
Los aimaras de Bolivia, la etnia del presidente Evo Morales, celebraron la Fiesta de Todos los Santos con la creencia de que este mediodía volvieron las almas de los difuntos para comer y beber lo que en vida les gustaba.
Una de estas ceremonias fue organizada en el Ministerio de Exteriores que invitó a diplomáticos extranjeros a recordar la memoria de luchadores sociales e indígenas de la historia boliviana y al guerrillero argentinocubano Ernesto "Che" Guevara, cuyas imágenes fueron ubicadas en un altar lleno de comida y bebida.
El vicecanciller Juan Carlos Alurralde explicó que con los rituales de hoy y mañana los aimaras conmemoran "el reencuentro" con los antepasados a los que reciben "con alimentos, bebidas, flores, velas, incienso y, sobre, todo alegría".
La vida en la cosmovisión aimara es eterna y la muerte es solo una transición a otra dimensión eterna llamada "wiñay pacha" y por tanto no se puede olvidar a los seres queridos, sostuvo Alurralde.
La fiesta se ha fusionado al "Día de los Difuntos" o "Día de las Almas" que se celebra mañana, cuando, según las creencias, los antepasados dejan este mundo tras haberlo visitado durante un día.
Diplomáticos de Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Ecuador, Colombia y Venezuela, entre otros, asistieron a los actos encabezados por mujeres aimaras que hicieron agradecimientos a la Madre Tierra o "Pachamama" por el "retorno" de sus ancestros.
Los cementerios de las ciudades y el campo también se abarrotaron al mediodía por la costumbre extendida de rendir homenajes con la bebida y la comida, especialmente los grandes panes en formas de personas, animales y escaleras, típicas de la fiesta.
EFE
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