Los efectos de las rachas de viento de Odile se empezarán a sentir en las próximas horas y generará "fuertes mareas, tormentas y olas".
El huracán Odile, que alcanzó este domingo la categoría 4, de un máximo de 5, mantiene en alerta máxima a la península de Baja California, en el noroeste de México, donde se prevé que toque tierra en las próximas horas, por lo que ya se inició la evacuación de los habitantes de las zonas más vulnerables.
"La trayectoria actual establece un cono muy cercano a territorio nacional, con posibilidad de impacto", explicó David Korenfeld, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), entidad que divulga la información meteorológica en México, en una conferencia de prensa organizada para hablar de los riesgos de este fenómeno "de alta peligrosidad".
Odile, que alcanzó en la madrugada de este domingo la categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, que tiene un máximo de 5, ha tenido "una trayectoria errática" en las últimas horas y "ha modificado su patrón de avance tanto en velocidad como en ruta" haciendo "un giro mucho más cercano a territorio nacional", puntualizó.
Aunque hasta el momento no ha causado "ningún daño" y solo ha habido "lluvias importantes", los efectos de sus rachas de viento se empezarán a sentir en las próximas horas y generará "fuertes mareas, tormentas y olas".
Según el boletín emitido a las 15.15 GMT por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), dependiente de la Conagua, el huracán se ubicaba 365 kilómetros al sur-sureste de Cabo San Lucas (Baja California Sur) y 425 km al oeste-noroeste de Manzanillo (Colima).
A esa hora, registraba vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora con rachas de hasta 260 y un desplazamiento al noroeste de 22 kilómetros por hora.
"Si se mueve un poco más podrá tener un impacto" en tierra, indicó Korenfeld, concretamente en la turística zona de Los Cabos, en donde empezarán a notarse los primeros efectos en las próximas horas y los efectos más fuertes en la noche y la madrugada.
EFE
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