Ante los cuestionamientos por malas prácticas laborales, Jeff Bezos, CEO de Amazon, niega que los empleados de su compañía sufran de explotación laboral.
El fundador y presidente de la firma de comercio electrónico Amazon, Jeff Bezos, dijo no reconocer el crítico retrato de su empresa que refleja un artículo del periódico The New York Times, y aseguró que no tolerará las crueles prácticas de gestión que describe el diario.
"El artículo del NYT (New York Times) destaca anécdotas que describen prácticas de gestión asombrosamente crueles, incluida gente a la que se trató sin empatía mientras hacían frente a tragedias familiares y serios problemas de salud", escribió hoy Bezos en un correo electrónico a los empleados de la empresa.
"El artículo no describe la Amazon que yo conozco o los considerados 'amazonians' con los que trabajo cada día", añadió Bezos, quien pidió a los trabajadores de la empresa que avisen al departamento de Recursos Humanos si se enteran de historias de ese tipo.
El fundador de Amazon dijo a los empleados que pueden incluso escribirle a él directamente si se enteran de incidentes como los que refleja el Times.
"Aunque rara o aislada, nuestra tolerancia para esa falta de empatía debe ser cero", subrayó Bezos.
El Times recogió declaraciones en un artículo publicado el sábado de empleados de Amazon con cáncer, abortos involuntarios y otras crisis personales que sufrieron evaluaciones laborales injustas o a los que se arrinconó en lugar de darles tiempo para recuperarse y ajustarse a un ritmo de trabajo muy intenso.
Bezos dijo que confía en que la mayoría de trabajadores no reconozca, tampoco, ese retrato de un ambiente laboral "sin alma" en el que uno no puede divertirse y nadie se ríe.
El artículo publicado este fin de semana habla de una empresa con un gran espíritu de innovación y enorme atención al cliente pero retrata también una compañía en la que se anima a los empleados a "destrozar" las ideas de sus compañeros en las reuniones de trabajo.
El artículo asegura que es común que los empleados reciban correos pasada la medianoche, seguidos de mensajes de texto preguntándoles por qué no los contestaron.
Además, el directorio telefónico interno de la empresa provee instrucciones sobre cómo enviar comentarios privados a los jefes sobre otros compañeros, incluso si estos no trabajan en el mismo departamento.
El Times asegura que Amazon tiene en marcha una especie de experimento con sus empleados de oficina para ver cuánto puede presionarlos.
"Esta es una compañía que aspira a hacer grandes cosas, cosas innovadoras y eso no es fácil", aseguró Susan Harker, encargada de reclutar personal para Amazon en declaraciones al Times.
"Cuando uno aspira a llegar a la Luna, la naturaleza del trabajo es muy desafiante y no es algo para lo que valga todo el mundo", añadió Harker.
Bo Olson es uno de esos empleados. Olson duró menos de dos años en su puesto de mercadotecnia y asegura que la imagen que le ha quedado en la mente es la de gente llorando en la oficina, algo que también describieron otros empleados.
"Prácticamente vi a todas las personas con las que trabajé llorar en su escritorio", afirmó Olson.
Amazon, con sede en Seattle (Washington, EE.UU.) tiene 180.000 empleados.
EFE
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