El preso de 86 años fue condenado por matar a 5 mujeres y envenenar a otras 12. Lleva en el corredor de la muerte desde 1972.
La Corte Suprema de Nagoya (centro), rechazó la apelación para juzgar de nuevo a Masaru Okunishi, un preso de 86 años condenado por matar a 5 mujeres y envenenar a otras 12 que lleva en el corredor de la muerte desde 1972, informó la agencia Kyodo.
El caso se remonta al 28 de marzo de 1961 cuando el acusado supuestamente mezcló pesticida agrícola en vino para resolver un conflicto amoroso entre él, su amante y su mujer durante una reunión de vecinos en Nabari, provincia de Mie (centro), que terminó con la muerte de cinco mujeres y la intoxicación de una docena.
A pesar de que en el momento de su detención Okunishi supuestamente confesó su culpabilidad, se retractó antes de ser procesado y condenado a la pena de muerte en 1972, y desde entonces ha defendido su inocencia.
Okunishi fue absuelto en primera instancia en 1964 por un Tribunal de Tsu, en Mie, que no encontró pruebas suficientes para implicarlo en las muertes.
Sin embargo, el caso fue reabierto por un Tribunal de Nagoya que lo condenó a la pena capital.
Kazuko Ito, letrada del preso, aseguró durante una rueda de prensa celebrada por Amnistía Internacional en Madrid en 2010 que su cliente fue "torturado y obligado a confesar en largas sesiones de interrogatorio" sin la presencia de un abogado.
Desde que fue relegado al corredor de la muerte, Okunishi ha solicitado en diversas ocasiones la repetición su juicio, y aunque en 2005 se reabrió el caso, un juez volvió a darle carpetazo al considerar en su momento como "incuestionable" el hecho de que solo él podía haber mezclado el pesticida y el vino.
Tras la última apelación para repetir el juicio, la Defensa presentó pruebas para demostrar que el tipo de pesticida utilizado en el crimen fue diferente del que Okunishi había confesado haber usado, aunque la Corte rechazó su validez.
El país asiático, que junto con EE.UU. es el único industrializado y democrático que aún aplica la pena de muerte, ejecuta en la horca a los condenados, en el mayor de los secretos, sin aviso previo a los reos y sin testigos.
Según el Ministerio de Justicia, 132 presos se encuentran en la actualidad condenados a la pena de muerte en Japón, mientras que la última vez que se aplicó la pena capital fue el pasado 29 de marzo cuando se ahorcó a tres reos.
EFE
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