El veterano actor británico, inmortalizado en el papel del sádico Hannibal Lecter, no tiene intención de jubilarse y de poner fin a su carrera.
El veterano actor británico Anthony Hopkins, inmortalizado en el papel del sádico Hannibal Lecter, no tiene intención de jubilarse y de poner fin a una carrera que, según asegura en una entrevista con Efe, ha superado sus expectativas.
De vocación tardía, Hopkins logró abrirse camino hasta el firmamento de Hollywood con calma, la misma que suele acompañar a sus personajes marcados, en muchos casos, por fuertes personalidades que combinan delicadeza y sangre fría en una mezcla explosiva que conduce al drama.
A sus 72 años, el intérprete ganador de un Óscar por "The Silent of the Lambs" (1991) afirma sentirse realizado con una profesión que colmó sus sueños de novato, liberado de reproches y con energía para continuar adelante.
"Fui actor porque no tenía nada más que hacer, no era bueno en otras cosas", bromea Hopkins. "Mi carrera ha cumplido con mis expectativas y más allá, también pinto y compongo música, aunque no lo cambiaría por actuar. Voy a seguir trabajando hasta que me dejen", confiesa este hombre que en 1975 superó una adicción al alcohol y que hoy dice: "No me arrepiento de nada de mi pasado, el pasado es algo que está muerto".
Incluso sus grandes interpretaciones, como la del caníbal Lecter pertenecen al pasado y el actor prefiere pasar página.
"Eso fue hace 20 años y quedó atrás", explica Hopkins, quien esta semana estrena "The Wolfman", una revisión de la figura del carismático hombre lobo que protagoniza junto a Benicio del Toro y Emily Blunt.
Nuevamente el británico, nacionalizado estadounidense en el año 2000, visita lo sobrenatural, como ya hiciera en "Drácula" (1992), en una historia en la que imprime su seña de identidad a un viejo cazador de la alta sociedad inglesa recluido en su mansión.
"Trabajé en crear un personaje misterioso y calmado", señaló, sin querer entrar en detalles sobre el filme en el que se vuelve a poner en evidencia la eterna lucha entre el bien y el mal, con el amor de por medio.
"Está en la naturaleza humana. El hombre es capaz de hacer mucho bien y también un mal tremendo. Hitler desató el mal en Alemania y causó millones de muertos, los soviéticos tuvieron a Stalin, pero de Rusia también era el compositor Tchaikovsky", comenta Hopkins, Caballero de la Orden del Imperio Británico desde 1993.
Respetado por sus compañeros de profesión, a Hopkins le gusta ir directo al grano y resuelve sus secuencias "en dos tomas", según afirmó Del Toro tras el rodaje de "The Wolfman".
El actor puertorriqueño que se alzó con un Óscar por "Traffic" (2000) llegó incluso a admitir que al principio se sentía "intimidado" por el hecho de trabajar con Hopkins, quien le hizo sugerencias interpretativas.
"Me ayudó y me dio recomendaciones", ha afirmado Del Toro.
Hopkins, por su parte, no cree que su presencia cause ese efecto. "No me gustaría que otros actores tuvieran miedo de mí, igual es por mi acento inglés", comenta con sorna. "Siempre trato de ser amigable y educado", explica el intérprete, tanto con sus colegas como con quien se le acerca a pedirle un autógrafo.
"No soy como en la serie "Entourage", en la que el famoso va a todas partes con su cuadrilla de amigos. Vivo una vida normal, no tengo guardaespaldas ni voy como una estrella. Voy de tiendas con mi mujer y me gusta sentirme libre", confiesa.
Actualmente Hopkins está ocupado con su próximo proyecto, la película fantástica basada en el cómic de Marvel "Thor".
"Hago del dios Odin, es muy poderoso. Empezamos a rodar hace dos semanas y va todo muy bien", adelanta el actor que está previsto que en septiembre estrene "You Will Meet a Tall Dark Stranger", dirigida por Woody Allen con Naomi Watts, Antonio Banderas y Josh Brolin en el reparto.
EFE
De vocación tardía, Hopkins logró abrirse camino hasta el firmamento de Hollywood con calma, la misma que suele acompañar a sus personajes marcados, en muchos casos, por fuertes personalidades que combinan delicadeza y sangre fría en una mezcla explosiva que conduce al drama.
A sus 72 años, el intérprete ganador de un Óscar por "The Silent of the Lambs" (1991) afirma sentirse realizado con una profesión que colmó sus sueños de novato, liberado de reproches y con energía para continuar adelante.
"Fui actor porque no tenía nada más que hacer, no era bueno en otras cosas", bromea Hopkins. "Mi carrera ha cumplido con mis expectativas y más allá, también pinto y compongo música, aunque no lo cambiaría por actuar. Voy a seguir trabajando hasta que me dejen", confiesa este hombre que en 1975 superó una adicción al alcohol y que hoy dice: "No me arrepiento de nada de mi pasado, el pasado es algo que está muerto".
Incluso sus grandes interpretaciones, como la del caníbal Lecter pertenecen al pasado y el actor prefiere pasar página.
"Eso fue hace 20 años y quedó atrás", explica Hopkins, quien esta semana estrena "The Wolfman", una revisión de la figura del carismático hombre lobo que protagoniza junto a Benicio del Toro y Emily Blunt.
Nuevamente el británico, nacionalizado estadounidense en el año 2000, visita lo sobrenatural, como ya hiciera en "Drácula" (1992), en una historia en la que imprime su seña de identidad a un viejo cazador de la alta sociedad inglesa recluido en su mansión.
"Trabajé en crear un personaje misterioso y calmado", señaló, sin querer entrar en detalles sobre el filme en el que se vuelve a poner en evidencia la eterna lucha entre el bien y el mal, con el amor de por medio.
"Está en la naturaleza humana. El hombre es capaz de hacer mucho bien y también un mal tremendo. Hitler desató el mal en Alemania y causó millones de muertos, los soviéticos tuvieron a Stalin, pero de Rusia también era el compositor Tchaikovsky", comenta Hopkins, Caballero de la Orden del Imperio Británico desde 1993.
Respetado por sus compañeros de profesión, a Hopkins le gusta ir directo al grano y resuelve sus secuencias "en dos tomas", según afirmó Del Toro tras el rodaje de "The Wolfman".
El actor puertorriqueño que se alzó con un Óscar por "Traffic" (2000) llegó incluso a admitir que al principio se sentía "intimidado" por el hecho de trabajar con Hopkins, quien le hizo sugerencias interpretativas.
"Me ayudó y me dio recomendaciones", ha afirmado Del Toro.
Hopkins, por su parte, no cree que su presencia cause ese efecto. "No me gustaría que otros actores tuvieran miedo de mí, igual es por mi acento inglés", comenta con sorna. "Siempre trato de ser amigable y educado", explica el intérprete, tanto con sus colegas como con quien se le acerca a pedirle un autógrafo.
"No soy como en la serie "Entourage", en la que el famoso va a todas partes con su cuadrilla de amigos. Vivo una vida normal, no tengo guardaespaldas ni voy como una estrella. Voy de tiendas con mi mujer y me gusta sentirme libre", confiesa.
Actualmente Hopkins está ocupado con su próximo proyecto, la película fantástica basada en el cómic de Marvel "Thor".
"Hago del dios Odin, es muy poderoso. Empezamos a rodar hace dos semanas y va todo muy bien", adelanta el actor que está previsto que en septiembre estrene "You Will Meet a Tall Dark Stranger", dirigida por Woody Allen con Naomi Watts, Antonio Banderas y Josh Brolin en el reparto.
EFE
Comparte esta noticia