Nota Era Tabú
EE.UU. aprueba el test casero del VIH
El Gobierno de Estados Unidos ha aprobado el primer test para detectar el virus del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) que se puede hacer en casa. De esta forma los ciudadanos estadounidenses que quieran podrán hacerse las pruebas sin tener que acudir a una clínica y sin que nadie más sepa del resultado. El OraQuick (que así se llama la prueba rápida casera) detecta el virus del VIH en la saliva que se toma usando un algodoncillo. El resultado, entre 20 y 40 minutos más tarde.
Según cálculos del Gobierno de EEUU, una quinta parte de los portadores del virus del VIH en ese país no son conscientes de que están infectados. Eso supone una población de unas 240.000 personas que no ponen medios para evitar contagios ni se tratan por esta enfermedad. Según previsiones del Ejecutivo de Barak Obama, presidente de EEUU, este nuevo medio de detección del VIH animará a aquéllos que, de otra forma, nunca se hubieran hecho la prueba. Además, desde la administración explican que van a poner especial cuidado en que sean los grupos de mayor riesgo quienes primero se hagan el test casero -esto es, hombres gay y bisexuales, afroamericanos e hispanos-.
Aunque aún no se sabe el precio de la prueba, se cree, según fuentes de la compañía que la fabrica, que puede rondar los 60 dólares (unos 47 euros), frente a los casi 20 si se hace en una clínica con profesionales médicos. Por último, las autoridades sanitarias advierten que, de dar negativo, es necesario volver a hacer el test pasados unos meses, puesto que hay un periodo en el que aún no es detectable tras una situación de riesgo, pero puede que la persona sí esté infectada.
«Es un instrumento más para el diagnóstico oculto de la infección por el VIH que hay en España», señala Enrique Ortega, expresidente de SEISIDA. El diagnóstico tardío está emergiendo como un problema en muchos países del mundo; en EEUU se estima que un 25% de las personas con VIH desconocen que tienen la infección; en la Unión Europea, aunque hay muchos países que no disponen de datos, se calcula que aproximadamente el 30% de personas con VIH no están diagnosticadas, mientras que en España, las estimaciones del Plan Nacional de Sida sugieren unas cifras similares.
El diagnóstico tardío tiene importantes implicaciones, tanto en la salud individual como en salud pública. Las personas que no conocen su diagnóstico no pueden beneficiarse del tratamiento, por lo cual aumenta su riesgo de morbilidad y mortalidad.