El solitario y solemne sonido del clarín en la ceremonia del alba inauguró las actividades, incluidos servicios religiosos y desfiles en las principales ciudades australianas y neozelandesas.
Miles de australianos y neozelandeses rindieron hoy homenaje a los soldados caídos durante el desembarco de Galípoli (Turquía) en la Primera Guerra Mundial en un día de celebraciones patrióticas para ambas naciones.
El solitario y solemne sonido del clarín en la ceremonia del alba inauguró las actividades, incluidos servicios religiosos y desfiles en las principales ciudades australianas y neozelandesas, en el Día de la Alianza ANZAC, sigla del Australian and New Zealand Army Corps, informaron los medios locales.
Más de 26.000 soldados del ANZAC murieron y decenas de miles fueron heridos en la batalla de las tropas aliadas en Galípoli, en el estrecho de Dardanelos, donde desembarcaron el 25 de abril de 1915 y tuvieron que retirarse a finales del año.
Aunque la campaña resultó un fracaso militar, Australia y Nueva Zelanda la consideran un momento importante en el que ambos países forjaron su verdadero espíritu nacional, al unir a toda la población en el esfuerzo de la contienda.
En Sidney, miles de australianos con las banderas nacionales recibieron con aplausos a unos 20.000 militares veteranos que desfilaron por las calles, que también sobrevolaron aviones de combate en honor del ANZAC.
La primera ministra australiana, Julia Gillard, rindió homenaje a los caídos y agradeció a Turquía el respeto prestado a los caídos del ANZAC en Galípoli, donde participó en la ceremonia del alba junto a miles de australianos, neozelandeses y turcos.
En su opinión, Galípoli "fue un lugar imbuido de sacrificio y pérdida", aunque también "brilla con honor, un honor de los más intensos".
Gillard expresó la deuda respecto a las autoridades turcas por el respeto que han mostrado a los soldados australianos y neozelandeses, llegando incluso a llamar al lugar del desembarco la cala de Anzac, donde las muertes turcas superaron a las aliadas en varias decenas de miles.
Unos 15.000 neozelandeses se reunieron en el Museo de la Memoria de Guerra de Auckland, en el que el primer ministro neozelandés, John Key, indicó que el espíritu de ANZAC aún pervive, tras las muestras de solidaridad en los terremotos que causaron decenas de muertes el año pasado en Christchurch, en el sur del país.
"Lo vimos en Christchurch el año pasado donde ciudadanos corrientes arriesgaban sus vidas para salvar a otros de las ruinas. Lo vimos cuando la primera ministra, Julia Gillard, me dijo en ese día terrible: "Cualquier cosa que necesitéis"", dijo Key durante su discurso.
La dureza de los combates en este desembarco, donde ambos bandos comprobaron los mortíferos efectos del nuevo armamento militar, fue reflejada en la película "Gallipoli", un clásico de la filmografía australiana protagonizada por Mel Gibson.
La batalla de Galípoli en la I Guerra Mundial, que terminaron ganando los aliados frente al eje de Alemania y los imperios otomano y austrohúngaro, se produjo 14 años más tarde de la independencia formal de Australia y 8 años más tarde de la neozelandesa.
EFE
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