La obtención de lana de vicuñas está sometida a controles. Si alguien te ofrece este producto de manera informal, es casi seguro que provenga de la caza, una actividad ilegal.
La fibra de la vicuña está considerada entre las más finas del mundo. Eso, y la escasa cantidad que se puede obtener de cada animal (aproximadamente, 200 gramos de fibra por cada vicuña, cada tres años) hace que su precio sea altísimo: entre 300 y 500 dólares por kilogramo, dependiendo de su calidad. La esquila de la vicuña –un animal silvestre que normalmente vive en libertad o en condiciones de semicautiverio– se ha convertido en una importante fuente de recursos económicos para las comunidades altoandinas. Pero también, por desgracia, es un atractivo objetivo para delincuentes que se dedican a la caza furtiva con el objetivo de apropiarse de su valiosa fibra.
Debido a la caza furtiva y la deficiente gestión del recurso, la vicuña llegó a estar en serio peligro de extinción hace algunas décadas. Actualmente, se ha recuperado la población: en el 2012, la población de la especie era de aproximadamente 208 mil ejemplares, distribuidos en 16 regiones del país. Ayacucho, Puno y Huancavelica concentraban la mitad de la población.
Las comunidades que gestionan poblaciones de vicuña han desarrollado mecanismos para una explotación racional del recurso. La esquila (chaku) se realiza como máximo una vez al año y hay un estricto control de que animales pueden ser esquilados. Debido a la suavidad de su fibra y la escasa cantidad que se obtiene de cada animal, los productos de lana de vicuña son costosos y solamente se venden en comercios formales de alta categoría, que pueden demostrar el origen legal de la fibra que ofrecen al público.
Si te ofrecen un producto de lana de vicuña en condiciones informales, es más que probable que la lana con la que se ha confeccionado haya sido obtenida a través de la caza furtiva, una actividad delictiva. Por esa razón, este comercio debe ser denunciado.
Si te ofrecen productos de vicuña de origen presuntamente ilegal, denuncia al comerciante por cualquiera de estos canales:
- A través de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) o el Gobierno Regional más cercano a tu localidad.
- Comunicándote con la Dirección de Control de la Gestión del Patrimonio Forestal y de Fauna Silvestre (DCGPFFS) llamando (de manera anónima si así lo deseas) al teléfono 225-9005 anexo 5203 o ingresando a la página Web: http://www.serfor.gob.pe en el Link “Alerta SERFOR”.
- Poniendo el hecho en conocimiento del Ministerio Público o la Policía Nacional del Perú.
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