Un nuevo estudio asegura que los bebés prematuros corren cinco veces más riesgo que los niños nacidos a término de desarrollar autismo.
"Aunque este estudio no es el primero que informa sobre una mayor prevalencia de autismo en la población infantil con bajo peso al nacer, es mejor que el resto en confirmar el diagnóstico con herramientas consideradas de primera línea", dijo el doctor Karl Kuban, jefe del Servicio de Neurología Pediátrica del Centro Médico de Boston.
Los autores de la investigación hicieron un seguimiento a más de ochocientos bebés prematuros hasta que cumplieron los 21 años de edad, todos nacidos a partir de la semana 26 de gestación con un peso de entre 500 gramos y dos kilos. A cinco de cada 100 adultos jóvenes que habían nacido con menos de 2 kilogramos de peso se les diagnosticó autismo.
El estudio, publicado en la revista Pediatrics, es el primero en establecer una relación entre el bajo peso al nacer y el autismo: El trabajo del equipo de Pinto-Martin no demuestra que la prematuridad cause autismo, sino que cuestiona si nacer antes de término aumenta el riesgo de que el cerebro del bebé sufra de una lesión y, quizás, esa lesión esté asociada con el autismo.
Por su parte, un estudio anterior halló una incidencia aún más elevada: ocho de cada 100 niños nacidos extremadamente prematuros (antes de la semana 26 de gestación) desarrollan autismo.
Los expertos advierten que muchos de los problemas cognitivos de estos niños pueden esconder un autismo de fondo.
Para tranquilizar a los padres de bebés prematuros, la mayoría no desarrolla autismo, sólo hay que estar alerta a posibles señales pues la intervención temprana mejora notablemente la calidad de vida de estos niños.
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