Los nuevos plaguicidas con nueva tecnología solo acaban con la plaga y no con los insectos benéficos.
El representante de CropLife Perú, Ing. Manuel Cueva, afirmó que el uso adecuado y racional de modernos plaguicidas incrementa la productividad de cultivos y evita pérdidas por plagas hasta en un 50 por ciento. Por eso dijo, es necesario incentivar el uso de estos tipos de plaguicidas, sobre todo en la agricultura tradicional donde su uso es mínimo.
La necesidad de favorecer una mayor productividad y tecnificación del agro llevó a facilitar el acceso a los modernos plaguicidas. Los residuos que impactan negativamente al medioambiente son mínimos frente al uso de plaguicidas tradicionales.
Su aporte a la agricultura peruana se basa principalmente en la innovación y la presentación de productos fitosanitarios cada vez más amigables con el medio ambiente y la salud de los productores y consumidores, para enfrentar al gran desafío de producir más alimentos, fibras y biocombustibles, frente a una cada vez más numerosa población que alimentar y una menor disponibilidad de tierra cultivada.
La diferencia de los nuevos plaguicidas con nueva tecnología que ofrece CropLife Perú radica en que al aplicarse solo se elimina la plaga sin eliminar a los insectos benéficos. Es por ello que se le garantiza a los agricultores cosechas sanas. La conservación del medio ambiente y la preservación de un estilo de vida saludable.
Las plagas y pestes pueden causar hasta 40-50% de pérdidas en el agro, si no se las controla oportuna y adecuadamente, y el mal uso o abuso de los agroquímicos trae consigo serios problemas, como la resistencia gradual de las plagas a los mismos y su posible resurgencia, igual que la presencia de residuos tóxicos en los alimentos y el ambiente, advierte Cueva.
Frente a esto, la posición de CropLife Perú es muy simple: la aplicación racional de los productos fitosanitarios modernos, dentro de un enfoque de Manejo Integrado de Plagas y Cultivos (MIP), en el cual los plaguicidas se aplican sólo cuando el problema lo justifica, en las dosis estrictamente necesarias y sin afectar a los insectos benéficos y el medio ambiente.
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