El cáncer de testículo aparece con frecuencia entre los 15 y 30 años de edad. En el país las cifras son bajas pero debemos tener en cuenta que afecta a varones muy jóvenes cuando se encuentran en plena edad reproductiva; por eso un diagnóstico oportuno puede salvar la vida de quien lo padece; aseguró el Dr. Hilmer Díaz Pérez, urólogo, del Centro Detector del Cáncer en el programa De la Noche a la Mañana de RPP Noticias.
En ese sentido, recomendó la autoexploración testicular como la mejor forma de realizar una detección precoz. “La idea es que desde los colegios se debería informar y enseñar a los niños a autoexaminarse para detectar un posible bulto en la zona testicular”.
El factor de riesgo que presenta una relación más clara con el desarrollo de este tumor es la falta de descenso de los testículos al escroto (criptorquidia). La falta de descenso en uno de los testículos multiplica de 3 a 5 veces la posibilidad de desarrollar un tumor respecto al testículo que ha descendido.
Este cáncer no causa dolor, subrayó el médico, pues si esto sucede es probable que se encuentre en una etapa muy tardía: si un hombre percibe que uno de sus testículos le causa molestias o cambia de tamaño, debe acudir de inmediato con un urólogo.
Asimismo dijo que gracias a los avances en el tratamiento, la sobrevida de jóvenes con cáncer de testículo es bastante alta y se consigue la curación entre el 80 y 90% de los casos. Incluso en los tumores con peor pronóstico, la tasa de curación se sitúa en torno al 60%.
El cirujano apuntó que los pacientes llegan en etapas muy avanzadas, pues la población de jóvenes en países latinoamericanos no acostumbra ir a consultas médicas preventivas. Por lo anterior recomendó a los varones realizarse exámenes de testículos por lo menos una vez al año.
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