Estudio de Cedro revela la marihuana, el alcohol, la cocaína y las anfetaminas son las drogas más consumidas.
Casi el 50% de universitarios con problemas de adicción a drogas en Lima y Callao estudia carreras de ingeniería, economía y administración, en tanto que la marihuana, el alcohol, la cocaína y las anfetaminas son las drogas más consumidas, revela un estudio de Cedro dado a conocer hoy.
La investigación fue realizada sobre un universo de 247 estudiantes de ambos sexos de la capital, de universidades e institutos privados y públicos, atendidos por el Servicio de Consejería “Lugar de Escucha” de Cedro en el año 2011.
El estudio indica que el 26% de casos de jóvenes que reconocieron consumir drogas estudia carreras de ingeniería y tecnología, mientras que el 20% cursa ciencias económicas y administrativas.
En tercer lugar de casos atendidos se encuentran universitarios que estudian Ciencias de la Comunicación (15%), Ciencias Sociales y Humanidades (6%), Diseño y Arquitectura (6%), Educación y Psicología (5%), Turismo y Gastronomía (5%) y Ciencias de la Salud (4%).
Por su parte, el 3% de estudiantes con problemas de adicción estudia artes; el 1% sigue carrera de Ciencias Naturales y Exactas, en tanto que un 23% no reportó qué carrera estudia.
En cuanto al tipo de droga consumida, el estudio del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro) muestra que la marihuana es la más consumida por los universitarios (53%), seguida de la cocaína y el alcohol (16%), y la pasta básica de cocaína (8%).
Según el rango de edad, el 55% de casos atendidos corresponde a jóvenes de 18 a 25 años. Le siguen los que tienen entre 26 y 30 años (14%), entre 41 y 55 años (12%), entre 31 y 35 años (7%) y entre 36 y 40 años (6%).
Otros datos importantes revelan que el 84% de universitarios que sufre adicción son varones que empiezan a consumir a los 13 años y empiezan con alcohol, tabaco, marihuana y éxtasis.
La mayoría de ellos cursa los primeros ciclos, consume droga tres veces por semana, lo hace desde hace tres años y registra un período máximo de abstinencia de 15 días. Los intentos por abandonar el consumo son varios.
Estos jóvenes provienen de hogares bien constituidos, aunque existen antecedentes familiares de adicción, indica el estudio.
Por su parte, las mujeres consumidoras (16%) empiezan a los 14 años consumiendo alcohol y tabaco, pero luego derivan a los tranquilizantes, anfetaminas y la marihuana.
Pese a que la frecuencia de consumo es menor que la de los varones (una vez por semana) y el período de abstinencia es mayor (un mes), el perfil del estudio revela que ellas provienen de hogares disfuncionales (madres y padres separados o divorciados).
La investigación da cuenta también que mientras que la telefonía móvil y el internet son los medios más utilizados para comprar droga, vienen cobrando importancia la adquisición en las inmediaciones y dentro de la propia universidad.
El autor de esta investigación y especialista de Cedro, Milton Rojas, señaló que los resultados muestran que se ha derribado el mito de que el consumo de drogas está relacionado con carreras vistas como “fáciles” de estudiar o que permitan un mayor relajo.
Sostuvo que de los testimonios recogidos de los propios estudiantes con problemas de adicción se advierte que recurren a las drogas para sobrellevar la presión y el estrés que les genera la exigencia universitaria.
A ello se suma el hecho que algunos universitarios quieren aprender prepararse a último momento para los exámenes, para lo cual recurren a las drogas como estimulantes. “Quieren retener en pocos días u horas lo que no aprendieron en todo el ciclo”, añadió.
“Muchos estudiantes confesaron que apelaron a la marihuana o las anfetaminas porque llevaban uno o más cursos por tercera vez y corrían el riesgo de repetir el ciclo”, anotó.
Rojas afirmó que si bien el consumo de drogas sintéticas como el éxtasis y la ketamina se muestran como poco frecuentes en el estudio, ambas representan un elevado riesgo para la salud mental y física de los jóvenes y su rendimiento académico.
El representante de Cedro señaló también que el consumo de drogas en universidades no hace diferencias entre niveles socioeconómicos, dado que muchos centros de estudio se han descentralizado y hay mayor cobertura en la capital.
Afirmó que si bien hay algunas universidades que han mostrado interés en la prevención del consumo de drogas, hay otras que no lo hacen, por lo que es importante que se sensibilicen sobre la gravedad de este problema.
Refirió que de las más de 80 universidades, entre públicas y privadas, que hay en el Perú, poco más de 20 participan en la Mesa de Universidades contra las Drogas que auspicia Devida.
Andina
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