Lo preocupante del tema es que estos animales fueron ultimados en la reserva natural de Bouba Ndjida, en el norte del país, informó el ministro de Comunicación, Issa Chiroma Bakary.
El ministro de Comunicación del Gobierno de Camerún, Issa Chiroma Bakary, ha cifrado en 128 los elefantes aniquilados en la reserva natural de Bouba Ndjida, en el norte del país, desde el pasado mes de enero.
Durante una rueda de prensa celebrada el lunes, el ministro camerunés dijo que "los números del Gobierno indican que ha habido 128 elefantes asesinados, en vez de más de 300, como anunciaron estos días la prensa nacional e internacional".
No obstante, Chiroma apuntó que "los recuentos continúan", por lo que la cifra podría aumentar.
A principios de mes, el Ejecutivo camerunés envió un centenar de soldados al parque de Bouba Ndjida para expulsar a los cazadores furtivos que operan en la zona.
Pero Chiroma aseveró que la citada reserva "es un espacio de 200.000 hectáreas, lo que hace difícil su control a pesar de la presencia de las Fuerzas de Seguridad".
Las medidas anunciadas por el Gobierno camerunés incluyen la construcción de carreteras y una verja en el parque, el aumento del número de guardabosques y la intensificación de controles policiales en la zona para vigilar el tráfico de marfil.
Asimismo, el responsable de Comunicación de Camerún abogó por la redistribución entre las poblaciones autóctonas de los beneficios generados por el parque, ya que así fomentarán la colaboración con las Fuerzas de Seguridad para denunciar el furtivismo.
El pasado 28 de febrero el organismo responsable de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Salvaje (CITES) denunció la matanza de 450 paquidermos en Bouba Ndjida.
Asimismo, el CITES apuntó que la matanza masiva de elefantes en Camerún no es un suceso aislado.
EFE
Comparte esta noticia