En total fueron destruidas 7.068 armas, de las que 3.887 corresponden a entregas voluntarias. El resto se confiscó en operativos policiales.
Más de 7.000 armas que estaban en manos de civiles chilenos fueron fundidas en Santiago, en una operación organizada por el Gobierno y la Policía.
El proceso fue presenciado por el subsecretario del Interior y Seguridad Pública, Mahmud Aleuy, y por autoridades de la Dirección Nacional de Movilización Nacional (DGMN), en la localidad de Colina, en el norte de la capital.
En total fueron destruidas 7.068 armas, de las que 3.887 corresponden a entregas voluntarias y 3.181 a decomisos realizados por la Policía que posteriormente fueron entregadas a los tribunales de justicia.
Según cifras de la DGMN, la región metropolitana de Santiago fue la zona en la que se recogió mayor número de armamento: 1.035 armas decomisadas y 1.006 por entrega voluntaria.
Le siguió la región de Valparaíso con 984, entre decomisadas y entregadas de forma voluntaria; y en tercer lugar se situó la sureña región de Biobío, con un total de 792.
Aleuy se mostró satisfecho con la actividad, indicó que el Gobierno ingresó un proyecto de ley sobre el tema y enfatizo que con estas medidas se busca "reducir progresivamente el uso de armamento en Chile por parte de civiles".
EFE
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