Gerry y Kate McCann consideran que la justicia portuguesa reabrirá una investigación archivada en 2008 por falta de pruebas.
Al cumplirse cinco años de la desaparición de la niña británica Madeleine McCann en Portugal, tanto Scotland Yard como sus padres confían aún en encontrarla con vida y urgen a las autoridades lusas a reabrir el caso.
A la luz de nuevos indicios hallados por la policía británica, que lleva un año analizando toda la documentación acumulada sobre la desaparición ocurrida el 3 de mayo de 2007, Gerry y Kate McCann consideran, "sin duda", que la justicia portuguesa acabará reabriendo una investigación archivada en 2008 por falta de pruebas.
"No esperamos que la vuelvan a abrir de manera súbita, hay un diálogo en marcha, pero estoy seguro de que se acabará haciendo a su debido tiempo", afirmó hoy el padre de la niña en una conferencia de prensa en Londres que despertó un gran interés.
Scotland Yard puso en circulación el pasado de 25 de abril un nuevo retrato robot que muestra cómo sería Madeleine en la actualidad, a punto de cumplir nueve años.
Con ese retrato esperan recabar nuevos indicios sobre lo que le ocurrió a la niña hace cinco años en la localidad costera de Praia da Luz, al sur de Portugal.
Si bien el inspector británico a cargo el caso, Andy Redwood, recalcó que no se descarta ninguna hipótesis acerca de lo que sucedió la noche de la desaparición de Madeleine, subrayó también que no hay evidencias que refuten que la niña podría haber sido secuestrada, lo que dejaría abierta la posibilidad de que esté viva.
El grupo de 37 agentes que lidera Redwood ha dedicado los últimos doce meses a revisar de nuevo más de 100.000 documentos acumulados durante la investigación original del caso, en el que han identificado 195 nuevos indicios con los que esperan convencer a las autoridades portuguesas de la necesidad de retomar la búsqueda.
"Respecto al año pasado en estas mismas fechas hemos progresado, ahora tenemos esta revisión del caso en marcha y eso nos hace encarar las cosas con más optimismo", señaló hoy Kate McCann, que agradeció que desde hace unos meses haya "agentes analizando nueva información".
Durante el último lustro, cientos de personas de diversos países se han puesto en contacto con sus respectivas policías para alertar de que habían visto a una niña parecida a Madeleine, cuya imagen, difundida por los medios de comunicación, ha dado la vuelta al mundo.
Desde el primer momento, los investigadores no descartaron que un supuesto raptor hubiera cruzado la frontera de Portugal llevándose consigo a la niña, que desapareció del apartamento turístico que habían alquilado sus padres cerca de la playa entre las 21:00 y las 22:00 hora local de la noche de un jueves.
Antes de dar carpetazo al caso por falta de evidencias, la policía lusa prestó particular atención a los testigos que afirmaban haber visto a Madeleine en el norte de Marruecos, el sudeste de España y Bélgica.
Esas pesquisas resultaron finalmente infructuosas, tanto como otras líneas de investigación que situaban a la niña en lugares más lejanos como Nueva Zelanda, Latinoamérica y la India.
Parte de esa búsqueda corrió a cargo de detectives privados que contrató el matrimonio McCann, que pasaron de ser sospechosos de la muerte de su hija en las primeras etapas del caso a ser los únicos impulsores de la investigación, hasta que Scotland Yard volvió a ocuparse de las indagaciones en 2011.
La campaña de los McCann les llevó a reunirse, cuando todavía era líder de la oposición, con el actual primer ministro británico, David Cameron, que prometió entonces que les ayudaría y que impulsó hace un año la nueva revisión del caso por parte de la policía británica.
EFE
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