Comentó que el trabajo está intrínsecamente unido a la dignidad del ser humano, con respecto a la polémica ley laboral juvenil.
“A través del trabajo podemos conocer a Dios, formar el hogar, amar a los demás, desarrollar el país. Ese mundo que es tan importante para la juventud requiere una visión en la que se respete a la persona humana”, mencionó el Cardenal Juan Luis Cipriani en el programa Diálogo de Fe del sábado 27 de diciembre.
Comentó que el trabajo está intrínsecamente unido a la dignidad del ser humano, es parte de nuestro ser, y el mundo laboral es el lugar donde nos vamos a desarrollar a lo largo de nuestra vida.
“Es el vehículo donde voy caminar para sostenerme, para buscar nuevas relaciones humanas, para poder llevar el pan a mi casa, para aprender algo. No es solamente un contrato”, reflexionó.
“El mundo del trabajo no es propiedad ni del dueño de la empresa ni del Estado, es propiedad del ser humano… No puede ser un mundo solo político ni solo económico ni mucho menos ideológico; es un problema fundamentalmente humano”, prosiguió.
Se refirió a la Ley de del Empleo Juvenil, destacando que no se puede reducir la libertad o la dignidad de las personas a una visión materialista. Por tal motivo exhortó a dialogar y profundizar más para llegar a una buena solución.
“La juventud está en ese momento en que está definiendo el mundo donde va a vivir: si va a hacer una industria, un comercio, si va a formar una familia, si va a estudiar o no. Esa sensibilidad, lo difícil que es establecer las condiciones del trabajo, hacen que sea sumamente importante respetar su dignidad humana”, señaló.
La llegada de Jesús es un mensaje para toda la sociedad
En otro momento habló sobre aquellos dos grandes escenarios que están presentes dentro de cada uno: lo permanente que es ese Dios que ha creado el mundo y está pendiente de nosotros; y lo transitorio que somos nosotros y nuestra vida diaria.
“La Navidad es la confirmación que hay un Dios que ha querido hacer de lo permanente transitorio y que nos dice que lo humano es importante porque si quiero respetar a ese Dios que se hizo hombre lo primero que tengo que respetar es la dignidad de toda persona humana”, afirmó.
Por tal motivo comentó que la llegada del Niño Jesús en la Navidad es un gran mensaje para toda la sociedad, que nos recuerda que vale la pena rescatar que lo humano es muy bueno y nos confirma que la vida humana es el centro del desarrollo del mundo.
“No seamos dueños del mundo y del futuro, no estemos llenos de soberbia y engreimiento. Este mundo es una maravilla en la medida en que nuestro Padre Dios es una maravilla”, refirió.
Finalmente el Cardenal Cipriani pidió que recen por él y lo ayuden a tener una vida más cerca de Dios, de manera especial el día de mañana 28 de diciembre, en el que estará celebrando un año más de vida.
“Desde aquí desearles un feliz año y les pido oraciones porque mañana cumplo años. Con tanta alegría les agradezco todas sus muestras de cariño”, concluyó.
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