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“La mayoría de los casos son de reincidentes”: así funciona el comando femenino que 'caza' infieles

Melina Paco y sus detectives del Comando Femenino.
Melina Paco y sus detectives del Comando Femenino. | Fuente: Comando Escuadrón Femenino

“Es más fácil ser infiel que ser fiel”, dice Melina Paco, quien desde hace más de una década dirige el ‘Comando Escuadrón Femenino’. Su labor resuelve las dudas de quienes tienen graves sospechas o quieren obtener evidencias sólidas de la infidelidad de su pareja. Esta es su historia, su método de trabajo y algunas de sus anécdotas.

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La oficina central del Comando Escuadrón Femenino, ubicada en el segundo piso de un centro comercial de La Molina, es un oasis para limeños y limeñas que sospechan de la infidelidad de sus parejas. La detective Melina Paco dirige desde hace más de 10 años esta empresa conformada solo por mujeres, la cual recibe cada día a clientes de todos los géneros y edades que buscan pruebas de la traición, principalmente, de sus esposas o esposos. “Es más fácil ser infiel que ser fiel”, sostiene tras su años en el campo.

El servicio comenzó en el 2007 con solo dos equipos (cada equipo está formado por dos detectives y una móvil) y, en el camino, superó dificultades como intentos de extorsión. Hoy los equipos son once y en los últimos años, según cuenta su fundadora y gerente, los clientes son cada vez más hombres que mujeres. Esta es la historia del Comando Escuadrón Femenino y cómo funciona.

El origen del comando

El rol de detective le llegó a Melina Paco por herencia. Según cuenta a RPP Noticias en su oficina, de paredes blancas y sillas grises complementadas con un estandarte del Perú y otro de su comando, su tío (expolicía y detective) tenía una agencia de este tipo. Allí comenzó a colaborar cuando era menor de edad y donde también realizó sus primeras indagaciones como detective, las cuales la llevaron a descubrir que algo no cuadraba en la empresa familiar. Ese fue su punto de partida hacia la formación del Comando Femenino.

“Vi que los trabajos que realizaban los chicos no culminaban exitosamente y los que hacíamos las chicas, sí los hacíamos con éxito y en corto tiempo”, cuenta Paco Ventocilla. Su tío, agrega, la felicitaba y se preguntaba por qué el resto de los detectives no lograba el mismo éxito, lo que la llevó a indagar y a comenzar a hacer uso de tecnología en sus investigaciones.

“Comencé a usar la tecnología con ellos: les puse rastreo satelital, grabador de llamadas, para poder ver los mensajes que escribían, y resulta que no iban a donde debían. Si el trabajo era en un centro comercial, no estaban allí. Iban al lugar, tomaban foto y se iban. Así no iban a concluir un buen trabajo, esto requiere estar horas y horas en el lugar del que uno requiere sacar información”. Según dijo, le reportó esto a su tío y los agentes fueron separados.

Con la bendición de su familia, en el 2007 decidió abrir su propia agencia con la meta -en base a su experiencia reciente- de que sus integrantes sean solo mujeres. “Yo le decía a mi tío que trabajemos solo mujeres y él decía que no, que el trabajo era de hombres y mujeres. Entonces dije que cuando haga mi empresa iba a ser solo de mujeres y así es como nace Comando Femenino”, explica Melina Paco, quien cuenta que llevó cursos de investigación en el Perú, Brasil y España para complementar su trabajo.  

“Los equipos de hombres distorsionaban el caso. De cinco días de seguimiento, hacían uno. El cliente se iba descontento y el trabajo no acababa con éxito, todo era a medias. Por eso trabajé solo con mujeres, son más intuitivas”. Las detectives mujeres, considera, “a veces podemos llegar a lugares a los que el hombre quizás no. A veces un hombre que pregunta o indaga, que quiere ingresar a un lugar restringido, es más fiscalizado”.

Melina Paco (izquierda), cabeza del Comando Escuadrón Femenino. La acompaña Patricia, una de sus colaboradoras.
Melina Paco (izquierda), cabeza del Comando Escuadrón Femenino. La acompaña Patricia, una de sus colaboradoras. | Fuente: RPP Noticias

El éxito y las dificultades

El comando comenzó con ella a la cabeza y dos equipos a su mando, a quienes seleccionó y entrenó. Llegó a ellas por recomendaciones y las sometió a evaluaciones. Hasta hoy, cuando contrata a una detective lo hace por una sugerencia confiable: no hace convocatorias ni pone avisos de búsqueda. El éxito no tardó en llegar, en gran parte gracias al boca a boca, y su personal creció. “Tuvimos bastante demanda, más por recomendaciones que por publicidad. Hacíamos un buen trabajo y nos recomendaban a dos, a esas dos les hacíamos un buen trabajo y también nos recomendaban”.

Las detectives tienen todas una segunda carrera u ocupación y la propia Melina Paco está por culminar sus estudios de Derecho. “Hay psicólogas, contadoras…yo las iba conociendo y las iba ‘jalando’ al equipo. No ponía avisos, este tipo de trabajo es delicado. Yo tenía que escoger y ver si la persona era leal. Pasaban por etapas”, explica. Las investigadoras, además, no tienen necesariamente un pasado en la Policía o las Fuerzas Armadas. Pero no todo ha sido fácil para el comando.

“Hace cuatro años me mandaron a extorsionar. Tuve que paralizar el comando femenino, que iba fuerte, y yo también -además de la Policía- comencé a investigar”, cuenta. Melina sintió que su familia estaba bajo peligro e hizo la denuncia pública en un reportaje para televisión. Tras esto, dijo a RPP, recibió el apoyo de Daniel Urresti, entonces ministro del Interior. Las amenazas acabaron poco después y el comando se reactivó en el 2015.

“Retomamos con fuerza, con temas de tecnología, sobre todo. Mientras no trabajámos nos especializamos en temas tecnológicos”. En todo este tiempo, destaca, su equipo no ha sentido discriminación de sus colegas por su género. “Nunca hemos sido apabulladas, nunca un colega masculino nos ha dicho que hacemos mal trabajo. Al contrario: en el Perú hay cuatro asociaciones de detectives y cada año hacemos un compartir. Nos vamos conociendo los colegas, hombres y mujeres, adultos y jóvenes, y siempre hemos sido reconocidas y felicitadas”.

¿Cómo trabajan las detectives?

Si bien se han hecho más conocidas por su trabajo comprobando infidelidades, el equipo de Melina Paco no solo hace trabajos de este tipo. “Tenemos dos empresas de investigación: Comando Femenino y Escuadrón Femenino. El primero ve temas de infidelidades (divorcio, separación de bienes, tenencia de niños) y el otro ve temas empresariales (estafa, competencia desleal)”, explicó la detective en una entrevista con el programa Encendidos de RPP Noticias.

Los clientes, en ambos casos, acuden a la sede central del Escuadrón Femenino, ubicada en el centro comercial La Rotonda en La Molina, donde las detectives los atienden, analizan el caso y deciden si lo aceptan o no. “No aceptamos a las personas que vienen para investigar a terceras personas (fuera del matrimonio o la relación)”, aclara.

El primer paso es aceptar el caso, lo cual es un proceso en sí mismo para descartar cualquier acto irregular o una intención criminal. “Si [un cliente] viene por temas familiares, nos damos cuenta de que es verdaderamente un tema familiar. Para temas empresariales, lo mismo, que verdaderamente sea un tema empresarial. Pero si viene un malhechor que quiere hacer un reglaje a un empresario o a una ‘presa’, es fácil de darnos cuenta”.

Una vez aceptado, cuando el caso se trata de una presunta infidelidad lo primero es analizar la rutina de la persona investigada. “El cliente [la persona que sospecha de su pareja] siempre sabe a qué hora sale, a qué hora regresa, qué horarios podrían quedar ‘en el aire’, fuera de sus actividades. Vamos directo a las horas ‘en blanco’, en las que el cliente no sabe dónde ha estado [su pareja]. Cubrimos ese horario para ver con quién salió, a dónde fue, si salió del trabajo o no. Todo con videos y fotos”.

Este proceso dura como máximo una semana en la que las detectives están “en el campo” casi todo el día. Si se requiere más tiempo, se le informa al cliente. “También depende los movimientos [del investigado]. Puede que no veamos encuentros, pero que hay mentiras de su parte”. Por ejemplo: si el investigado le dice a su pareja que sigue en el trabajo, pero en realidad salió, a pesar de que no haya evidencia de la infidelidad, se le recomienda que la investigación siga.

Culminado el trabajo de investigación, las detectives entregan al cliente un informe detallado sobre lo hallado, con fotos y videos con su hora y fecha.También le dan la oportunidad de tener “una comunicación personalizada: por si la persona quiere aparecer en lugar de los hechos (donde se comete la infidelidad) con un ‘ampay’”.

La mayoría busca el divorcio

Quienes acuden al Comando Femenino suelen hacerlo porque ya han sido víctimas de infidelidades -o tienen sospechas fuertes- y quieren evidencia sólida. “La mayoría de nuestros casos son de reincidentes. Quienes vienen ya han sufrido un engaño y han decidido saber la verdad, hacer una separación de bienes o un divorcio, poner las cosas en claro”, explica Melina Paco. Tampoco se trata de contratar a detectives por una sospecha leve o una duda sobre la pareja. “Por un tema de solo dudas, al año haremos un caso. La mayoría viene por temas legales, porque ya quieren tomar una decisión”.

Sin embargo, por más contradictorio que parezca, evidenciar una infidelidad no siempre significa que un juez conceda el divorcio. Daniel Aliaga, abogado del estudio Justicia en la Familia, explicó a RPP Noticias que, en el Perú, un juez puede conceder un divorcio por una o varias causales y que una de ellas es por adulterio. En estos casos, sin embargo, la evidencia más contundente es la partida de nacimiento de un hijo extramatrimonial. “Este tipo de pruebas [de infidelidad] normalmente no son las que se actúan en un proceso de divorcio por causales de adulterio”, explica, “pero sí pueden comenzar a ser utilizadas".

“La creación de estas agencias [que descubren infidelidades] pueden servir para que se amplíe el espectro de lo que se puede presentar para obtener un divorcio por causal de adulterio, que podría ser más utilizada que otras, como separación de hecho o incompatibilidad de caracteres”, agrega Aliaga. Además, señaló que evidenciar una infidelidad también puede servir para obtener el divorcio por otros causales: conducta deshonrosa, homosexualidad no conocida antes del matrimonio -de ser el caso-, violencia psicológica, etc. En su opinión, además, sería positivo que estas pruebas sí puedan ser consideradas como de adulterio con regularidad para que quien solicita el divorcio lo pueda obtener.

Cambios en los clientes

La mayoría de los clientes del Comando Femenino son personas casadas, de todas las edades y orientaciones sexuales. En cuestión de género, estima que el día de hoy quienes buscan sus servicios son 70% hombres y 30% mujeres.“Últimamente hemos tenido más clientes hombres que mujeres. Como resultado, hemos tenidos más [casos de] mujeres infieles”, cuenta. Actualmente, no hay estudios consistentes sobre infidelidad en el Perú que señalen en qué género se reportan más estos casos. A nivel internacional, un estudio publicado en el 2018 y hecho a lo largo de nueve años en Estados Unidos señala que el 21% de los hombres reconoció haber sido alguna vez infiel, frente al 13% de las mujeres entrevistadas.

La detective cree que este cambio en el género de sus clientes en los últimos años puede deberse a que, a partir de la mayor cantidad de oportunidades laborales para las mujeres, podrían presentárseles escenarios sociales en los que puede surgir una infidelidad; sin embargo, la psicóloga Rachel Watson discrepa. "Más que una decisión impulsada por una situación social, la infidelidad es una decisión personal", explica la conductora del programa Sin Vueltas de RPP Noticias.

“No creo que sea porque aumentan las posibilidades de que la mujer sea infiel. Puedes trabajar, no estar en tu casa todo el tiempo, pero decides apostar por tu relación de pareja y por tu familia, la cuidas, trabajas y no te metes en ninguna relación. Y puede ser que no trabajas y de repente conoces a alguien en la esquina y comienzas una relación. No es por el contexto de la situación, es una decisión personal: uno decide ser infiel”, explica Watson. “Si estás pensando en ser infiel es porque las cosas con tu pareja no están funcionando y tienes que ver qué haces: o apuestas por la relación y pides ayuda, o si no tiene futuro, se corta”.

Integrantes del 'Comando Escuadrón Femenino'
Integrantes del 'Comando Escuadrón Femenino' | Fuente: Comando Escuadrón Femenino

La psicóloga explicó también que las infidelidades, que pueden darse por diversos motivos, ocasionan un daño fuerte a la pareja y aconsejó que, si la relación no funciona, lo mejor es ser transparente, terminarla y darse un tiempo antes de iniciar otra.  “Una vez que se comprueba la infidelidad, es un golpe muy duro a la autoestima. Por lo general viene luego un periodo de depresión, de sentirse mal con uno mismo (…) toma un tiempo recuperarse”, explicó. En estos casos, “hay personas que continúan con la relación pese a la infidelidad y quizás no logran terminar y viven una relación tormentosa. Hay quienes deciden cortar la relación, lo cual también implica una pérdida, un duelo”. Por esto, recomendó pensar bien antes de cometer una infidelidad, porque esta hace daño tanto a la pareja como a uno mismo.

Entre la vergüenza y la insistencia

Melina Paco señala que este reciente cambio, el de más hombres que mujeres como clientes, ha sido positivo para su empresa en lo económico. “Creo que nos ha favorecido. Antes eran más mujeres las que contrataban y el tema económico era más restringido”. Sin embargo, a pesar de este crecimiento en su mercado masculino, cuenta que sus clientes hombres todavía le dicen que dudan en acudir a sus servicios por “vergüenza” y le dicen que no quieren que “todos se enteren de que soy un ‘cachudo’, quiero resolverlo aquí, quiero saber [si su pareja le es infiel], negociar con ella y se acabó”. “En el caso de las mujeres, no. Ellas quieren -en los caso que ha visto- que todo el mundo se entere de que él le fue infiel”.

En lo que respecta a casos de parejas homosexuales, Melina Paco dice que allí los investigados son mucho más cuidadosos. Además, cuenta que dentro de una pareja hombre/mujer, ha visto dobles estándares al momento de que el cliente se entera de que la infidelidad del investigado es con alguien de su mismo género. “En hombres que ven a su esposa con otra mujer, he visto reacciones de burla, de reírse. Pero cuando la mujer ve que la pareja [de su esposo] es hombre, se derrumban en llanto, piensan en cómo no se dieron cuenta, en sus hijos, en la reacción de la sociedad”.

Con todo, no cada uno de los trabajos resulta en el descubrimiento de una infidelidad, por más sospechas que se tenga. Al final, la realidad es la que manda. “El cliente exige evidencias, pero nosotros no somos ‘chicas maravillas’ para darle lo que quiere. Le brindamos lo que realmente la investigación da, lo que se ve. No inventamos, no adulteramos, le damos el resultado de la investigación”.

Sin embargo, el nivel de decisión hace que algunos clientes, a pesar de que no se hallaron pruebas en la primera semana de investigación, insistan. Y a veces esto da frutos. “Hay clientes que son cerrados e insisten en que sí hay [infidelidad]. Son clientes que nos han contactado y han confiado en nuestro trabajo, y al final sí hemos encontrado”. Esto ocurre, según Melina Paco, porque “la infidelidad no significa que los amantes se van a ver a la dos o tres veces a la semana. Hay amantes que se ven una vez a la quincena o una vez al mes. Hemos tenido esos casos”. La ‘cacería’ de infieles, como toda actividad humana, no es una ciencia exacta. 

Melina Paco en la oficina donde atiende a sus potenciales clientes.
Melina Paco en la oficina donde atiende a sus potenciales clientes. | Fuente: RPP Noticias

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