Ellen Church, enfermera estadounidense, viajó su primer vuelo entre Oakland y Chicago a bordo de la aerolínea Boeing Air Transport.
Durante las primeras décadas del siglo XX, los aviones no eran muy populares para realizar turismo a pesar del enorme apogeo que experimentaba gracias a los avances de la tecnología.
La enfermera estadounidense Ellen Church, tan fascinada con la aviación que en sus tiempos libres tomaba clases de pilotaje, contribuyó a convencer a los pasajeros que volar por medio de estas aerolíneas era segura.
Así, el 15 de mayo del 1930 se convirtió en la primera azafata de la historia, en un vuelo entre Oakland y Chicago a bordo de la aerolínea Boeing Air Transport (predecesora de United Airlines) con una travesía de 20 horas con 13 escalas.
Los requisitos para ser parte de la tripulación eran muy estrictos: además de ser enfermeras registradas, las azafatas tenían que ser solteras, menores de 25 años, pesar máximo de 52 kilos y medir menos de 1,62m metros.
Ellen dejó de volar después de 18 meses a causa de un accidente de coche y se dedicó a la enseñanza de enfermería en la Universidad de Minnesota, pero tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial volvió a volar como capitán en la "Army Nurse Corps Air Evacuation Service", recibiendo la "Medalla del Aire" por sus servicios en el norte de África, Sicilia, Inglaterra y Francia.
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