Tras conmemorar el día anterior la muerte de Cristo en la cruz, la comunidad católica espera el momento de la Resurrección. En horas de la noche se realiza la Vigilia Pascual.
El Sábado Santo, antes conocido como Sábado de Gloria, es el día en el que la comunidad cristiana vela al sepulcro donde se encuentra Jesús. Tras conmemorar el día anterior la muerte de Cristo en la cruz, se espera el momento de la Resurrección.
“Callan las campanas y los instrumentos. Se ensaya el aleluya, pero en voz baja. Es día para profundizar. Para contemplar. El altar está despojado. El sagrario, abierto y vacío”, recuerda la Agencia Católica de Informaciones.
“El Sábado está en el corazón mismo del Triduo Pascual. Entre la muerte del Viernes y la resurrección del Domingo nos detenemos en el sepulcro. Un día puente, pero con personalidad. Son tres aspectos de un mismo y único misterio, el misterio de la Pascua de Jesús: muerto, sepultado, resucitado”, agrega.
En horas de la noche se realiza la Vigilia Pascual, en la que los fieles encienden lámparas aguardando la venida del Señor.
¿Sábado de Gloria?
Hasta la reforma litúrgica acometida por Pío XII, se llamaba a este día Sábado de Gloria, pues la celebración de la Resurrección (la Vigilia Pascual) tenía lugar ya en la mañana del sábado.
En 1951, Pío XII permitió -según Wikipedia- mediante el inesperado decreto Dominicae Resurrectionis de 9 de febrero, que la vigilia se realizase de noche. Desde entonces dicha Vigilia se celebra más razonablemente en horas de la noche.
Cabe precisar que, aunque en muchos lugares se sigue denominando Sábado de Gloria a este día, su uso es incorrecto.
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