Las Naciones Unidas aprobó una resolución que busca juzgar al régimen norcoreano por crimenes contra la humanidad. ante la Corte Penal Internacional.
Corea del Norte amenazó este miércoles con realizar una nueva prueba nuclear en respuesta a la reciente aprobación de una resolución de la ONU que busca juzgar sus "crímenes contra la humanidad" en la Corte Penal Internacional (CPI).
El régimen de Kim Jong-un considera la resolución aprobada el martes como "un acto de agresión de EE.UU." que "no nos permite abstenernos de realizar un nuevo ensayo nuclear", expuso el Ministerio de Exteriores de Corea del Norte en un comunicado divulgado por la agencia estatal KCNA.
La cancillería norcoreana rechazó "rotundamente" la resolución de la ONU que, "liderada por EE.UU., busca derrocar al Estado socialista", y también amenazó con "intensificar la capacidad de disuasión militar" del país, según el comunicado.
Corea del Norte ya expresó su rechazo el martes a través de uno de sus diplomáticos en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, Choe Myong-nam, que atribuyó la resolución a "una escandalosa e irracional campaña de EE.UU. y sus acólitos".
La resolución no vinculante, aprobada con 111 votos a favor, 55 abstenciones y 19 en contra, insta a tomar medidas para que "rindan cuentas" los responsables de "crímenes contra la humanidad" en Corea del Norte, y deberá ser refrendada en diciembre por el pleno de la Asamblea.
La iniciativa busca en última instancia llevar el caso ante la CPI, algo que solo podría hacerse a través del Consejo de Seguridad, ya que Pyongyang no ha firmado el Estatuto de Roma para aceptar la jurisdicción del tribunal.
Aunque el caso llegue al Consejo se teme, sin embargo, que China y Rusia utilicen su derecho de veto para evitar que se juzguen en La Haya las violaciones de derechos humanos del régimen de los Kim, documentadas en un informe de la ONU que vio la luz en marzo.
Este informe, producto de una exhaustiva investigación sobre la base de testimonios de personas huidas del país, reveló pruebas de exterminio, asesinato, esclavitud, desaparición forzosa, ejecuciones sumarias, torturas, violencia sexual, abortos forzosos y privación de alimentos, entre otros.
Además, estimó que unas 120.000 personas permanecen recluidas en campos de trabajos forzados en diversas áreas del territorio norcoreano.
El Gobierno de Corea del Norte, que hasta ahora no ha permitido a los inspectores acceder al país para observar in situ la situación, siempre ha mantenido que los informes sobre derechos humanos en su país son inventados y buscan favorecer los intereses políticos de EE.UU.
EFE
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