El filme marca el debut del actor británico como director. Además de Fiennes también actúan en la película Gerard Butler, Brian Cox y Vanessa Redgrave.
El filme "Coriolanus", debut de Ralph Fiennes como director, "no refleja ningún conflicto específico pero tiene paralelos con los últimos disturbios sociales en Grecia o Túnez", afirma el actor británico de su película.
El filme, cuyo personaje es un famoso general romano del siglo V antes de Cristo, al que Shakespeare convirtió en héroe de una de sus dramas más complejos, es la única producción británica admitida a concurso por el festival de Berlín.
En declaraciones al diario "The Guardian", Fiennes, que interpreta al protagonista, señala que su película también podría aplicarse al actual Reino Unido, "donde la policía lleva escudos antidisturbios y acorrala a simples manifestantes".
Sin embargo, lo que le llevó a hacer "Coriolanus" fueron las noticias periodísticas sobre los "rusos entrando en Grozni (Chechenia) o los norteamericanos haciéndolo en Faluya (Irak)".
La obra de Shakespeare fue prohibida brevemente en la Francia de los años treinta por su supuesta "sensibilidad fascista", reproche que niega, sin embargo, Fiennes.
"En el pasado la han vinculado con la ideología fascista, pero no es así como hay que verla. Es una historia de pérdida y de devastación. Shakespeare se hace preguntas en lugar de decirle a uno cómo votar", explica Fiennes.
Su decisión de actualizarla obedeció a consideraciones tanto estéticas como políticas: "Creo que la única forma de enfrentarse a ella es modernizarla totalmente. Hacer que los actores lleven ropa de hoy, beban café, hablen por teléfono móvil".
Además de Fiennes trabajan en "Coriolanus" otros conocidos actores, como Gerard Butler, Brian Cox o Vanessa Redgrave.
EFE
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