"Tenemos que hacer un "mea culpa" y decir que en esto no hemos sido creativos. Hemos hecho lo mismo de siempre, básicamente: represión", dijo el presidente ecuatoriano
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, reconoció la orientación represiva en la política antidrogas de su gobierno y anunció reformas que darán mayor énfasis a la prevención del consumo de estupefacientes.
"Tenemos que hacer un "mea culpa" y decir que en esto no hemos sido creativos. Hemos hecho lo mismo de siempre, básicamente: represión", dijo el mandatario.
Indicó, que según cifras oficiales de 2012 y parte de 2013, la mayoría de detenciones por este flagelo fueron por tenencia o consumo. Precisó que de los 4 mil 600 detenidos solo 419 fueron encarcelados por tráfico de drogas.
Afirmo que su gobierno ha sido "muy contundente" en la lucha contra el tráfico de cocaína, pero que aún no es tan efectivo en la prevención del consumo.
Para revertir tal situación, Correa, anunció la reforma del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), entidad que estaba bajo el mando de la Procuraduría. La reforma propone que pase a manos del Ejecutivo, instancia desde la que se invitará a expertos internacionales con el objetivo de crear "propuestas creativas" para enfrentar el problema de las drogas en Ecuador.
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