El periodista ganador de dos premios Pulitzer por su trabajo como corresponsal de guerra, Anthony Shadid, murió mientras cubría la revuelta popular contra el presidente Bachar al Asad.
Anthony Shadid, un periodista de The New York Times ganador de dos premios Pulitzer por su trabajo como corresponsal de guerra, murió en Siria mientras cubría la revuelta popular contra el presidente Bachar al Asad, informó hoy el diario.
Shadid falleció el jueves a los 43 años tras sufrir un ataque de asma mientras intentaba salir del país para entrar en Turquía, según el rotativo neoyorquino.
El cadáver del reportero estadounidense de origen libanés fue luego trasladado hasta la frontera turca por el fotógrafo Tyler Hicks, la última persona que le vio con vida.
La directora de The New York Times, Jill Abramson, indicó en un correo electrónico dirigido a los trabajadores del periódico que "Anthony murió como vivió, empeñado en ser testigo de la transformación que vive Oriente Medio y contar el sufrimiento de la gente atrapada entre la represión gubernamental y las fuerzas opositoras".
Por su parte, el primer ministro del Líbano, Najib Mikati, envió a través de Twitter sus condolencias a la familia, amigos y colegas del hasta ahora corresponsal jefe del diario neoyorquino en Beirut, de quien dijo: "le conocí y le admiraba".
El periodista empezó a trabajar a principios de la década de los noventa en la agencia Associated Press, y luego escribió para los diarios The Boston Globe y The Washington Post antes de ser contratado hace dos años por The New York Times.
Durante su época con The Washington Post, Shadid ganó el prestigioso premio Pulitzer en dos ocasiones, la primera en 2004 por su cobertura de la guerra de Irak y la segunda en 2010 por sus artículos sobre la salida de las tropas estadounidenses del mismo país árabe.
En marzo de 2011, Shadid fue uno de los cuatro corresponsales de The New York Times capturados en Libia por las fuerzas leales al régimen de Muamar el Gadafi y que denunciaron malos tratos al ser liberados tras casi una semana de cautiverio.
EFE
Comparte esta noticia