Carlos Arredondo, nacido en San José de Costarrica, contó que no sabía si podría ocurrir una tercera explosión, pero eso no lo frenó.
La gente ensangrentada sobre el pavimento y las extremidades regadas por la calle tras las explosiones en la línea de meta de la maratón de Boston, no intimidaron a un costarricense de 52 años que socorrió a las víctimas y hoy es considerado un héroe.
Carlos Arredondo, nacido en San José, vive en Estados Unidos desde los 80 y obtuvo la ciudadanía estadounidense a fines de 2006. Su historia de vida es realmente conmovedora puesto que está marcada por terribles experiencias.
Uno de sus hijos, Alexander, murió en combate en la Guerra de Irak en 2004 con apenas 20 años. El otro, Brian, se quitó la vida en 2011 a los 24.
Como es natural, Arredondo flaqueó y quiso también quitarse la vida, encerrándose en una camioneta repleta de gasolina que intentó volar. Sin embargo, sobrevivió y se convirtió en un activo militante pacifista junto con su mujer Melida.
Su presencia en la maratón de Boston fue porque fue a ver a uno de los corredores, que iba a participar en memoria de su hijo Alexander, cuando intempestivamente se produjeron las explosiones.
"Mi primera reacción, siendo un voluntario de la Cruz Roja, fue ir y cumplir con mi deber. Mucha gente hizo lo mismo: oficiales de Policía, guardias nacionales, gente en las tribunas, veteranos de guerra", explicó.
Contó que nadie sabía si podría ocurrir una tercera explosión, pero eso no lo frenó.
"Mucha gente perdió sus extremidades. Empezamos a colocar trozos de ropa en las piernas de la gente", contó al canal NBC, que lo definió como "el hombre del sombrero que no tenía la intención de ser héroe".
La foto más llamativa que publicaron los diarios el martes lo muestra corriendo por las calles de Boston con las manos ensangrentadas asistiendo a un joven que acababa de perder una pierna y era trasladado en una silla de ruedas.
"No dejé de hablarle. Le decía "¡Quedate conmigo, quédate conmigo!"", indicó Arredondo al referirse a esa escena, citado por el diario Portland Press Herald, del vecino estado de Maine.
En otras fotos se lo puede ver con una bandera estadounidense manchada con sangre, otra imagen icónica de lo acontecido en Boston.
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