Así lo pone de manifiesto el primer estudio sobre Brecha de Adaptación del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que fue presentado en la COP20.
El coste de adaptación al cambio climático en los países en desarrollo puede triplicar la estimaciones previstas en el informe del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC), que, basándose en datos del Banco Mundial, lo cifró entre 70.000 y 100.000 millones de dólares anuales hasta 2050.
Así lo pone de manifiesto el primer estudio sobre Brecha de Adaptación del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) que fue presentado hoy en la Cumbre de Cambio Climático de Lima (COP20) por el director adjunto ejecutivo del PNUMA, Ibrahim Thiaw y por sus autores.
El informe, en el que participaron 19 instituciones y centros científicos de primer nivel, analiza la brecha existente entre la cantidad de fondos disponibles y la cifra que realmente se necesita para hacer frente a las consecuencias del calentamiento advertidas por los científicos, y concluye que las estimaciones existentes "eran excesivamente bajas".
Aún en el escenario más positivo de no superar los dos grados de temperatura a finales de siglo respecto a niveles preindustriales, el texto advierte de que el coste de la adaptación en las naciones en desarrollo se duplicará y "muy probablemente se triplicará", incidió Thiaw, pero también anuncia la posibilidad de un gasto todavía mayor.
Que no incluya a los países desarrollados no quiere decir que estos no tengan que adecuarse a un menor rendimiento de los cultivos, sequías, escasez de alimentos y agua, subida del nivel del mar o inundaciones más intensas, entre otros efectos advertidos en el quinto informe del IPCC.
De hecho, cuando el análisis se amplía a todos los países en desarrollo, los números se disparan hasta los 150.000 millones de dólares en costes de adaptación de aquí a 2025/2030, y a entre 250.000 y 500.000 millones antes de 2050.
"La adaptación es un objetivo global para todos los países del mundo, pero urge conocer la brecha de fondos en los más pobres, porque son los más vulnerables y los que menos dinero tienen para afrontar estos efectos", dijo Anne Olhoff, responsable del Programa de Desarrollo de Resiliencia Climática del PNUMA.
Los expertos advierten de que la brecha en adaptación seguiría existiendo aunque estos días en Lima se cierre la base de un Tratado internacional de reducción de emisiones, que se aprobaría en París en 2015 y entraría en vigor en 2020, pero "la factura será aún mayor si no existe un futuro acuerdo", aseveró uno de los autores, el economista Florent Baarsch.
EFE
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